Esta pequeña poesía la escribí pocos días después de un suceso, que cambió mi forma de pensar y ver las cosas.
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Puedo murmullos escuchar
y susurro presenciar
Me acerco y los oigo más
me alejo, pero hay muchos
Me miran sin cesar
me chillan en susurro
Los murmullos son más fuertes,
que me voy a desmayar
Y de repente
un silencio infernal
Solo se oye el susurrar
de mi órgano vital
El zumbido de mi respiración
y los pasos de la desesperación
Por fin, el cielo llora,
pero el llanto es de cristal
Una rosa viajera
bajo mi falda se resguardó
Una estrella desconsolada
un abrazo me robó
Un pajarito cantarin
en el pozo encontró su fin
Los murmullos volvieron
los susurro aparecieron
El llanto del cielo paró,
en mis ojos solo hay dolor
Pero el chillido de mis adentros
me causa más temor
Mis ojos sumidos
por la oscuridad
Y otra vez es,
ese silencio abismal
Pero esta vez
nada puedo escuchar
Hasta que un llanto lejano
me comienza a llamar.
Por mucho que yo quiera
eso no se marchará
Al ratito, un ratoncito
ante mio apareció
El ratoncito muy ruidoso,
un lacito me regaló
Pero a los pocos minutos,
un conejito del agujero salió
Y conejito curioso
el lacito me arrebató
Yo ya cansada
intento lágrimas no soltar
Y la luna me susurra:
-"No llores, nos asustas"-
Me siento agotada
pero vuelvo a oir
Susurros de cosas
y murmullos venir.
