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Tras la estresante mañana que había tenido, las chicas decidimos salir de fiesta aprovechando que era viernes, necesitábamos todas desconectar un poco. Fuimos a una de nuestras discotecas favoritas, la noche estaba asegurada.
Me puse uno de mis conjuntos más sexy, me marcaba perfectamente las curvas y me hacia un culo de escandalo. Hoy igual no tuve una buena mañana pero sera mi noche, eso lo aseguró.

Llegamos al lugar, nos sentíamos como en nuestra salsa todas, los chupitos rodaban por la barra y alguna ya andaba contenta de más. Yo me encontraba bien, feliz y sin pensar en mis problemas, nos lo estábamos pasando genial. En la pista bailábamos como nunca, una canción tras otra sonaba y el tiempo parecía no pasar. Después de un par de canciones le dije a Esther que iba a baño y que enseguida volvía, no creo que me escuchara por el volumen de la música y por como se estaba comiendo con los ojos a un rubio pero decidí irme igual.
Al entrar al baño me pareció raro que no hubiera nadie ya que siempre suele estar lleno. Cuando me estaba lavando las manos oí la puerta abrirse, al girar me para mirar ví a un hombre, un moreno con cara de pocos amigos, iba directo hacia mi, retrocedí quedando entre la pared y él, de mi boca no salían palabras.

–Así que tu eres ______. -Me analizó de pies a cabeza.

Me estaba intimidando bastante.

-¿Cómo sabes mi nombre? -Por fin pude pronunciar palabra y tener un poco de agallas.

–He oído hablar de ti, y de como vas amenazando a mi hermana por los pasillos. Y cree me, por que me llamó Zayn, que más te vale no volver ha hacerlo, si no quieres ver las consecuencias. -Se le estaba hinchando una vena en el cuello de la rabia y poco a poco se ha cercaba más a mi.

Shana ya había hecho de las suyas, ni sabia que tenia un hermano ni que se atrevería hasta a mentir le a el con tal de meterme en problemas.
Fruncí el ceño por el enfado, ahora si que estaba cansada de todo, le di un empujón apartándolo de mi, no se si fue el efecto del alcohol o que se me había cruzado un cable pero el cabreo estaba hablando por mi. Tras el empujón, antes de que dijera nada hablé.

–Tu hermanita la santa, es una mentirosa y manipuladora, que te tiene comiendo de su mano. Así que antes de venir a molestar a alguien que no conoces entera te bien de la historia. -Grite.

–¿Quién te crees... -Le interrumpí.

–No, ¿quién te crees tu para venir a chillar me y reclamar me cosas? -Dije chillando súper enfadada dándole otro empujón.

Este me cogió del brazo para evitar que lo volviera ha hacer, intente resistirme de su agarre pero de un momento a otro se hizo el silencio, en el que solo se oía la música de fondo y los dos nos encontrábamos demasiado cerca. Tenía la respiración agitada. Nos sosteníamos la mirada el uno al otro, la verdad era muy guapo, y sus ojos me imnotizarón por un momento. Pude darme cuenta de que se estaba mordiendo el labio.
Con su mano libre me cogió rudamente de la nuca y me beso, se apodero de mis labios y no tardo mucho en meter lengua. Bajo sus manos a mi culo presionando me contra su cuerpo, mis brazos viajaron a su cuello. Me estaba devorando y eso me encantaba, algo en mi empezó a palpitar y mojarse.
Me cargo en sus brazos y con mis piernas rodee su cintura, me pegó contra la pared, yo baje a su cuello dejando besos húmedos. Le oí gruñir, y no pude evitar solar una risa de satisfacción, me enloqueció ese gruñido. Como respuesta a este se acerco a el lavabo sentándome en el, entre nosotros ya no había ningún tipo de distancia, estábamos disfrutando del cuerpo del otro.

El hermano de mi enemiga (Zayn y tu) One Shot HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora