Mis compañeros siempre me han molestado, me hicieron la vida imposible desde que entré al preescolar y hasta ahora lo hacen, pues mi colegio es primario y secundario.
Una vez esos idiotas (Perdón por la palabra) me ataron de manos y piernas con cuerdas que uno de ellos llevó, no pregunten de adonde las sacó porque no lo sé y me escondieron en la bodega 12, que es la que menos usan los porteros, porque sabían que no me iban a buscar ahí, y estuve en la oscuridad y en el silencio, hasta que me encontraron unos chicos del turno noche que habían ido a fumar y a beber cerveza.