•Change Me• [TERMINADA] [EN EDICIÓN]

Primer día y un insufrible.

Si tan solo las miradas mataran, Chase Clarkson estaría bajo tierra. Estaba harta de que se creyera el rey del mundo, era el típico chico popular de la Preparatoria St. James, y un mujeriego de pies a cabeza. Al pasar por los corredores todas las chicas - y algunos chicos - suspiraban por él, todas excepto yo.

   Al parecer era la única que no creía en su fachada de "chico malo sin sentimientos" , todas las demás andaban detrás de él como perros falderos. Debía tener algún sentimiento, alguna meta en su vida, de otra manera seria simplemente anormal.

– ¡Lia! – me llamó mi mejor amiga Ally corriendo hacia mi entre el tumulto de gente reunida en el corredor– .Espera.– dijo llegando a mi lado.

  – Estoy aquí.–  dije tomándola del brazo.

   – ¿Que te sucede chica?– dijo mirándome preocupada –.Estás como si te llevara el Diablo.

   Sorprendentemente, Ally siempre sabía si me sucedía algo con tan solo mirarme, era como si me leyera la mente.

  – Lo que sucede es el imbécil de Clarkson, eso es lo que sucede.– dije mirando hacia donde él se encontraba hablando con un grupo de porristas.

  – Uh ¿ya comenzaron las peleas de todos los años?– preguntó bufando y yo le respondí poniendo mala cara – .Bueno, no me mires así, yo quiero la primera fila.

   Ella río y no pude evitar acompañarla.

   – Ya vamos a clase Ally.– dije y salimos disparadas hacia el salón de historia.

   Llegamos temprano y nos ubicamos en los pupitres del centro. Varios minutos después de que el profesor comenzara la clase alguien tocó la puerta.

   – Señor Clarkson – dijo el profesor Cooper –, llega tarde. Por favor,  ubíquese detrás de la señorita James.

   – Hola preciosa –dijo apoyándose en mi pupitre–. ¿Lista para admitir que no puedes vivir sin mí?

  – ¿Listo para dejar de ser tan imbécil?– dije mirándolo desafiante.

   – Uh, cariño, eso me hirió.–  dijo llevándose una mano al pecho.

   – Genial– dije volviendo la vista al frente –. Ahora cállate.

   – Como usted lo desee princesa. –  dijo y se sentó.

   La clase siguió y Clarkson siguió molestándome, tras la sexta bola de papel que me había arrojado me di vuelta y lo encaré.

    – ¿Qué maldito problema tienes? – le dije en un susurro.

    – ¿Por qué no admites que te gusto? – dijo burlón, pero pude notar una pizca de incertidumbre en sus ojos.

    – ¿Por qué eres tan idiota siempre? – respondí.

    – ¿Por qué me contestas con otra pregunta? – cuestionó.

   – ¿Por qué me molestas todo el tiempo? – dije–. Es decir, sé que te gusto, pero ¿por qué complicas mi existencia?

   – Señor Clarkson, señorita James, ¿les gustaría seguir con su conversación afuera del salón? – preguntó el profesor molesto.

   – No, profesor, lo lamento. – dije avergonzada.

    La clase pasó lento, al igual que la siguiente, y luego llegó el almuerzo. Encontré a Ally en la fila y pedimos nuestra comida.

   – Ven, las chicas nos esperan. – dijo tirando de mi brazo.

   Llegamos a la mesa donde encontramos a Clary, a Dee y a Isabelle.

  – ¡Lia! – dijeron levantándose para darme un abrazo.

 – ¡Hey! ¿Y para mí no hay nada de amor? – preguntó Ally haciendo pucheros.