Metida de pata.

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   Cuando llegué a mi casa no fue tan malo como había pensado, y eso era porque mi madre había llamado a Karen. Igualmente me dieron el sermón de "Estábamos preocupados, tienes que atender tu teléfono cuando te llamamos, para eso te lo compramos".

   
   El domingo y el lunes transcurrieron bien, nada formidable. Y el martes fue el peor día de toda la semana.

   - Hola Lia.-dijo Chase alcanzándome en uno de los corredores.

   - Hola Chase dije sonriéndole.

   - ¿Se puede saber hacia dónde vas?- me preguntó.

   - Al campo de deportes, tengo educación física.-dije dando la vuelta hacia la derecha en uno de los corredores.

  - Oh, claro que sí- dijo él-. ¿No recuerdas lo que dijo el director?

  - Sí, sí lo recuerdo.-le respondí.

  - ¿Y?- dijo él.

  - ¿Qué pasa?-le pregunté confundida.

   - Es martes, te toca venir al gimnasio conmigo.-dijo él.

  - Oh, no-dije recordándolo.

   - Oh sí.-me dijo él sonriendo.

   - Me olvidé completamente-le dije-. Sólo tengo el short deportivo, no tengo el pantalón largo.

   - Uh, que mala suerte.-dijo él riendo.

   - Eres un idiota Clarkson.-dije y di la vuelta para ir al gimnasio.


   Cuando llegamos, todos los chicos se me quedaron mirando. No digo esto por ser ególatra ni nada, es simplemente la verdad. Yo no era un chica "linda”, pero tampoco era "fea”, era promedio. Tenía el cabello negro con algunas ondas, ojos verdes y era baja de estatura. Además, mis compañeros miraban a todo lo que tuviera senos y caminara.


   Cuando estábamos haciendo la entrada en calor Chase llegó a mi lado.


   - Necesitas cambiarte ese short.-me dijo.

  - Oh, estoy deseando eso, pero no tengo un pantalón.-le respondí.

   - Lo lamento, pero de verdad tienes que encontrar la manera.-dijo él simplemente.

   - ¿Qué es lo que te tiene tan perturbado?- le pregunté riendo.

   - Los chicos allí atrás andan diciendo todas las maneras de las que te tirarían a la cama, y si te digo la verdad, son cosas muy perturbadoras, hasta para mí.-dijo él.

   - No tengo pantalón ¿qué esperas que haga?- le pregunté.

   - Ven.-dijo tomándome de la mano.

   Me guío a los vestidores y me sentó en un banco.

  - Espera aquí.-me dijo mientras que se iba detrás de unos casilleros.

   A los segundo salió con su pantalón en la mano y usaba sus shorts de deporte.

   - Usa esto.-me dijo dándome sus pantalones

.   - Son como cuatro tallas más grandes.-dije alternando mi vista entre él y los pantalones.

   - ¿Prefieres que los chicos dejen de mirarte o usar unos pantalones un poco más grandes?- dijo él.

   - Está bien.-dije y fui a cambiarme detrás de los casilleros.

   - Se me caen.-le dije. 

    - Lo supuse.-dijo y fue hacia donde estaba yo con un piolín.

  - Déjame atarte esto.-dijo él y lo amarró a mi cintura como si fuese un cinturón.

   - Gracias Chase.-le dije sonriéndole, luego tomé su mano y volvimos a la cancha.

  - ¡Clarkson, nos arruinaste la fantasía!- gritó alguien desde el otro lado del gimnasio.

   - Son puros idiotas, no les des importancia.-dije al ver que él se tensaba después de ese comentario.

   Luego de eso jugamos basquetball. Los chicos eran demasiado brutos para jugar, y el profesor me había obligado a hacerlo también, había dicho:
   - Si estás en mi clase harás todo lo que ellos hagan.
   Por suerte me había tocado en el mismo equipo que a Chase, así que se hizo más fácil. Chase me había pasado el balón, y yo había saltado para encestar cuando uno de los chicos del otro equipo me chocó. Caí fuertemente al suelo y mi tobillo comenzó a doler.
   - ¿Estás bien Lia?- me preguntó Chase llegando a mi lado.
   - Sí, sólo me duele un poco el tobillo.-dije tratando de levantarme.
   - Creo que te lo torciste, déjame llevarte a la enfermería.-dijo y me levantó en sus brazos.
   - No creo que sea nada Chase.-dije pero igualmente me acomodé en su pecho.
   Llegamos a la enfermería y me recostó en la camilla. La enfermera le dio un vistazo y me dijo que me había torcido el tobillo, así que me tuvieron que ir a buscar para ir al hospital. Allí me hicieron unas radiografías y me dijeron que tendría que usar una tobillera por dos semanas y que tenía que aplicar un poco de hielo. Hicieron una receta para unos analgésicos que tenía que tomar y un certificado para que presentara en el colegio. Me habían dicho que tenía que tener dos días de reposo. De camino a casa pasamos por una farmacia y luego fuimos a comprar comida a McDonalds. Cuando llegamos comimos en la mesa y luego me fui a dormir una siesta.
  
   - Lia, hija.-dijo mi madre despertándome.
   - ¿Qué sucede?-le pregunté- ¿Qué hora es?
   - Ya son casi las 6 pm-dijo ella-. Chase está aquí para verte.
   - Dile que pase.-dije sentándome en la cama.
   Él entró a mi cuarto y se sentó a mi lado.
   - ¿Cómo está tu pie?- me preguntó.
   - Adolorido.-le respondí.
   - ¿Dormiste todo el día?-me preguntó.
   - Sí-respondí riendo-. ¿Por qué viniste?
   - Vine porque quería saber cómo estabas.-me dijo.
   - Aww, que tierno.-le dije dándole un pequeño abrazo.
   - Además traje helado.-dijo él sonriéndome.
   - Aww, eres más dulce que el chocolate.-le dije.
   - Lo sé, lo sé.-dijo él riendo.
   - ¿Puedes ir a buscar unas cucharas?- le pregunté.
   Él asintió y yo fui a poner una película en el DVD, elegí "Harry Potter y el Cáliz de Fuego". Chase la amaba.
   Él regresó con dos potes de helado y un par de cucharas y luego comenzamos a ver la película.
   - Dame el de chocolate.-le dije sin mirarlo alcanzándole el pote de helado de vainilla.
   Cambiamos de helado y seguimos viendo la película. Lo miré y se veía como un niño, tenía toda la atención en la pantalla, en algunos momentos repetía los diálogos y se reía por todo lo que pasaba.
   Cuando terminamos de ver la película él se giró a mirarme.
   - Tienes un poco de helado aquí.-dijo él limpiando mi labio superior.
   Estaba muy cerca de mí y de repente sentí unas extrañas ganas de besarlo.
    - Emm, creo que debería irme.-dijo tocándose la nuca nerviosamente.
    - Umm, sí, creo que sería lo mejor-le dije-. Ya es tarde.
    - Sí, nos vemos en el colegio.-dijo, besó mi frente y se fue.
    Dios mío, era una idiota. Casi lo había besado, esperaba que no se pusiera todo incómodo, después de todo no había hecho nada.
    Esperaba que él pensara lo mismo.
    Junté todas las cosas que habían quedado tiradas en mi habitación, no estaba de ánimo para comer, así que simplemente dije que estaba muy cansada y me fui a dormir.

   ¿Qué creen que va a pasar con Lia y Chase? ¿Algo va a cambiar o todo va a seguir como antes?

  Hola , acá les dejo el nuevo capítulo . Espero que les guste , si quieren decirme algo comenten y diganme que les parece , además , si les gusta voten y compartan con sus amigos. Muchísimas gracias , los quiero :) xx.

•Change Me•  [TERMINADA] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora