Todas las noches me pregunto qué será de mí cuando realmente te vayas, ¿a quién le entregaré estos poemas que solamente de ti hablan? ¿Quién será mi musa entonces? ¿Por quién viviría ahora?
¿Quién sería yo sin escribirte poemas? Y sin ti para que los leas. Espero que nunca se respondan estas preguntas. Para ese entonces estaré muerto en vida. Ya que sin ti pierde sentido mi vida. Tal vez pienses que exagero. O tal vez me taches por tonto al pensar que de tantos poemas podré tener tu corazón de oro. Pero no dejaré de intentar ya que no tengo a alguien más por quién decantarme. Desde siempre has sido la única, aún cuando intento superarte tus recuerdos me aparecen, y se me vuelve a poner la piel de gallina como la primera vez que me dijiste que eras mía, y aún espero que siga así, y que mis poemas vayan dedicados a ti, a quién siempre he adorado.
