Te amo sin importar tus defectos, ya que no importa lo que hagas, si te alejas, si me ignoras, o si ya no me amas, porque aún así, yo te seguiré amando, porque en ti no encuentro alguna cosa en que aferrarme para poder alejarme. No importa cuando leas esto, el sentimiento seguirá intacto, tal vez ya magullado, de tantos tropiezos por los que hemos pasado, pero al hablar contigo él se va sanando. Y no importa si ya no estoy, si te has alejado, al momento de leer esto sabrás qué tanto te he amado, y que seguiré haciéndolo. Hasta que repose a tres metros debajo de suelo aunque puede seguir de largo, tal vez nunca acabe, a pesar de estar muerto, o que esté en marte.
