Disparates de una mente inquieta.

L 19 D Z016

Nos han enseñado a vivir tan vacíamente que la revolución no la llevamos alborotándonos la razón.

Las cadenas las llevamos como vocación, y a la mierda el verso cuyo propósito era romperlas.

Que a ti no te enseñaron qué era un verso y que yo tenía que mostrarte lo que era filosofar, que a mí me impusieron que el amor era para poesía y el universo para astronautas.

Ay, mientras todos esos astronautas escribían sus cartas de despedida porque estaban tan solos que el universo no les complacía.

Ay, mientras estaba tan jodida que el amor desaparecía,

constantemente... Me comía la cabeza para encontrar a puto plutón en los ojos de mi perro, que enfermaron, decayeron.

Ay, porque tengo la puta costumbre de buscar lo que no voy a encontrar.

Ay, porque tengo la puta costumbre de no apreciar [una mierda] lo que es real. 

Hay...

decadencia en el alma.

Hay...

Mil formas de acabar con mi puta calma.

Somos “cromosomas”, somos respuesta disfrazada.

Estamos aquí, de pié y sin nada.

Y a mí que me importa, sí de todas formas, yo ya acabé conmigo.

(Incompleto y probablemente será retorcido, porque yo digo).