En mí piel veía mosaicos microscópicos, pero en realidad sólo era una galaxia triste y vacía.
Las oraciones tan incompletas y nada poéticas siempre salían de la boca de una vieja alma como sí fueran cucarachas listas para huir hacía la adversidad.
Había ladridos y un fiel amigo, llamado; niño. Porque le subestimaban el título. Pero en realidad tenia posgrados.
Y el arte como los poros de mis mejillas,
... respirándome, el oxidado oxígeno de una generación brutalmente desesperanzada.Y aquí estaba sin armadura y derrotada danzando una melodía vacía y sin pudor.
Así como el alma de lo eterno, que se volvía persona.
Porque todo es relativo y las fechas no son importantes.
Siempre quedándose nunca por siempre en cada lugar, que no conocía, y que era un hogar.
Sólo esperando...
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Disparates de una mente inquieta.
Puisipodremos ser, podemos no ser, y podemos crear.