Capítulo 2

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''Burger King ''

-Oh, no te preocupes, no pasa nada. -dije reaccionando- Mi madre me espera en casa. Gracias
por el café Caro -le dediqué una sonrisa amigable y salí de ese lugar.

Camino a casa, el aire se puso más fresco y unas nubes empezaron a cubrir el cielo. Supuse que
de nuevo iba a llover. Se me vino a la mente la mirada de Michael y sonreí como tonta.

-Ya llegué mamá. -dije entrando y dejándome caer en el sillón- Me duelen mucho las piernas.

-El doctor dijo que sería normal -se sentó a mi lado y me miró preocupada- El tan solo saber que en unos días ya no te tendremos con nosotros, me pone muy mal, hija.

-Mamá, no sigas pensando en eso, Vamos a disfrutar lo poco que nos queda. -dije y luego noté como una lágrima recorría la mejilla de mi madre- Mami, no llores.

-Es que... no puedo. Eres mi única hija y no quiero perderte.

Luego de llorar casi 2 horas con mi mamá, subí a mi cuarto y salí al balcón que daba a la calle.

Sentí la brisa del viento golpear en mi cara, cerré mis ojos y disfrute de el momento.

Me imagine algún día, casada, con hijos y muchos nietos. Sonreí y pensé de inmediato que eso
sería imposible.

Miré al reloj y daban las 2:30 de la tarde, pero el clima hacía parecer que ya eran las 6:30.

Mi estomago rugió, y bajé a la cocina por algo de comida. No encontré nada de mi antojo y le
pedí a mi madre dinero para ir a comprar una hamburguesa. Tome mi inhalador, por si acaso, y
salí camino al Burger King.

-Parece que el destino quiere que nos encontremos -dijo Caro sonriendo.

-Parece que si -Solté una risita.

-Veo que cambiaste tu sweater. Mi hermano es un tonto. -y luego recibió un golpe en el hombro
de Michael, Que también estaba ahí.

-Si, pero eso ya no importa. ¿Acaban de llegar?

-Recién entramos y tomamos lugar -dijo Michael- Si quieres, puedes sentarte también.

-Claro. Gracias. -me senté enfrente de ellos dos.

Llego el mesero, nos atendió y pedimos hamburguesas. Las trajeron al instante y empezamos
a comer.

-¿No te gustaría ir mañana con nosotros dos a la pista de hielo? -dijo de repente Carolina.

-¿Enserio? -pregunté.

-Si, iremos a las 12:00 del medio día. Puedes venir si quieres.

-Esta bien. Los veo en el parque de esta mañana y de ahí nos vamos, ¿si?

-Oh, no. -dijo Michael - Nosotros pasamos por ti, no hay ningún problema -dijo y me dedico
una de sus sonrisas.

-Me parece b... -no pude terminar porque sentí un dolor enorme en el pecho y de pronto mi
respiración se empezó a agitar. Oh ou. Esto no era bueno.

-¿Te pasa algo? -preguntó la pequeña Ronda preocupada.

-No... -dije en un hilo de voz, la verdad estaba teniendo uno de esos otros ataques. Por suerte
traje el inhalador.

-Pues parece lo contrario -dijo Michael, parecía muy preocupado- ¿Quieres agua?

-No, iré al baño. -dije y me levanté. Corrí al baño y me metí a uno. Cerré la puerta y saqué el
inhalador de mi bolsillo. Pero parecía no servir para nada. Otro dolor -Ahora con más
intensidad- golpeó mi pecho.

Sentí mis piernas enflaquecerse y me senté en la taza. Inhalé nuevamente, no paso nada. Inhalé
por tercera vez, tampoco. Inhalé por cuarta vez, y esta, pareció dar resultado. Pero el dolor
en mi pecho seguía.

Cerré los ojos y esperé a que todo se calmara.

-¿Valentina? -esa voz me hizo dar un salto. ¿Qué era lo que hacía aquí, en el baño, conmigo?

7 Días» Michaentina ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora