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Yuuri.

Oh madre mía, había dormido como un bebé en la amplia cama del hotel, parecía una matrimonial, cuando acabara estas mini-vacaciones le agradecería mucho a mamá y papá, acabé por levantarme apenas de la cama para poder lavarme, hoy tenía planeado ir a la Plaza Roja un rato, nadie viene a Rusia, Moscú sin pasear en esa maravillosa plaza, según mi mejor amigo Phichit eso es un pe-ca-do y yo estaba muy de acuerdo, me puse mis jeans negros junto a una camiseta azul y un gran abrigo un poco más oscuro, sí, no muy abrigado pero me valía, estaba ansioso. Llevé mi celular y audífonos junto a mi billetera, era lo que más necesitaba según yo.

Cuando estaba a punto de salir del hotel saludé con ánimos a la secretaria del otro día y me respondió igual, me cae muy bien, quizás algún día pueda hablarle correctamente.

Al ver la plaza no muy llena suspiré de alivio, no me agradaban los lugares con tantas personas, y autos metiendo demasiado ruido, me senté en una de las bancas en dirección a unos edificios con aspecto algo gótico, eran hermosos y mis ojos brillaban, deseaba hace años el poder venir a esta ciudad, aunque todo era muy frío, valía la pena. Aproveché de sacar muchas fotos para llevarlas de recuerdo, y quizás subirlas a Instagram. Estaba tan sumido en la hermosa capital que no sentí que alguien se había sentado a mi lado, era un ruso bastante alto, de cabello oscuro, me miraba con interés y yo me sentía incómodo.

ーMira lo que trae el viento, que extranjero más lindo, очаровательны мальчик (chico adorable). –El más alto habló logrando ponerme rojo, pero sólo por la vergüenza, los castaños no eran lo mío. Le evité por completo y me aventuré a explorar tiendas que me llamaban la atención, entré a una donde vendían variedad de dulces; barritas de soja, chocolate Alionka, pastel Praga y más cosas que se veían realmente apetitosas.

Al probar un poco de cada uno al comprarlos, sentí mis papilas gustativas deleitarse, era la sensación más agradable del mundo, estaba de lo más tranquilo comiendo hasta que sentí una voz familiar a mi lado, nuevamente era el ruso coqueto.

ーLos dulces rusos somos los mejores.–Evidentemente el tipo trataba de coquetear conmigo, sonreí de manera falsa para alejarme nervioso de su presencia, sinceramente no tenía ganas de entenderme con él, así que prefería marcharme y evitarlo.–Hey красивый (guapo), ¿Que dices si aceptas un paseo junto a mí?

ーEsto, agradezco la invitación, pero no, gracias. –Traté de seguir avanzando hasta la salida del local pero sentí que el tipo me agarraba del brazo.

ーAnda lindura, la pasaremos muy bien. –Esto me estaba incomodando mucho, yo sólo venía a descubrir esta ciudad que me encantaba un rato, no un ruso psicópata que no entendía un no por respuesta.

ーN-no, ya suéltame, he dicho que no. –Sentía su agarre más fuerte y no pude evitar soltar un quejido de dolor, trataba de zafarme pero era inútil, esta situación me ponía nervioso y empezaba a darme un poco de miedo, y debido a esto cerré fuerte mis ojos.

ーCreí haber oído que te dijo que no. –Escuché una voz más aparte de la del ruso psicópata, pero me daba terror girar para ver quién era, sólo vi como el tipo me soltaba el brazo y se marchaba intimidado. Suspiré muy aliviado y sobé con cuidado mi brazoー ¿Estás bien?

Y ahí fue donde me di la vuelta para poder ver a mi salvador, y se me hizo agua la boca por segunda vez, el rubio platinado de ayer estaba frente mío preguntándome si estaba bien, agárrenme que me desmayo, esperaba a cualquiera menos al tipo guapo de ayer ayudándome, traté de hablar correctamente pero, maldición, estaba más nervioso pero no en el mal sentido.

ーS-sí, muchísimas gracias eh... –Quedé corto por no saber su nombre, o quizás sólo lo hice por querer saberlo, Yuuri a veces eres todo un pillo.

ーViktor Nikiforov, el gusto es mío. –Su sonrisa dejaba ver toda la hilera de dientes blancos que enamoraban a cualquiera, y me incluyo.– Me gustaría saber tu nombre, quedé bastante intrigado gracias al incidente de ayer en el elevador.

ーYuuri, Katsuki Yuuri. –Pero tú me puedes llamar como desees. Ugh, detesto ponerme así frente a un tipo guapo.ー Un gusto también Viktor.

ー Venía para acá para invitarte a tomar algo de café o alcohol y te vi con ese idiota, llegué justo a tiempo. –Este tipo era perfecto, no debía de ser estadounidense, era ruso también aunque su acento confundía.ーEntonces, ¿Quieres ir a beber conmigo?

ーClaro, pero... ¿Podrías echarme una mano con... Las bolsas?, acabo de hacer las compras y, no creo que sea lo correcto ir a beber con tantas bolsas encima. –Mi cara se puso muy roja debido a lo avergonzado que estaba, realmente no podía dejar pasar la oportunidad de acompañarlo a beber.

Sonrió levemente y me explicó que podía dejarlas en custodia mientras tanto, me ayudó a dejarlas todas en un solo contenedor y tendría que venir por ellas a más tardar en un día más, me sentía realmente agradecido y le dediqué una bonita sonrisa.

–Bien, tus compras seguirán a salvo por ahora, no me puedes negar ir a beber.

–Por nada del mundo, vamos allá. –Lo tomé del brazo suavemente y para sorpresa mía me atrajo más a él, parecía un lobo cuidado un plato de Katsudon, aunque los lobos no lo comieran, a mí me gustaba, y también me gustaba la rara sensación que sentía en el estómago.

Viktor y Yuuri ya se encontraron y saldráaan<3 aunque esta historia no es nada inocente, y ninguno de los dos tiene mentes sanas 7u7 en fin. ✿voten y comenten.✿

d a d d y ❜ s little boy. ➣Victuuri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora