Parte II

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Taylor bajó a la cocina, cogió patatas, chocolate, donuts, zumos, leche, colacao, galletas, fruta. Cogió de todo. Necesitaba comer, desahogarse. Tenía la cara mojada de agua salada, sus lágrimas. Se había pellizcado los brazos unas cuantas veces pero no era un sueño, no lo era. “¿Qué supone qué tengo que hacer?” Esta era la pregunta que rondaba por la cabeza de Taylor en todo momento. ¿Llorar? ¿Estar feliz por él? La chica tenía un enorme follón mental. Empezó a comer, cómo una desesperada. Aquello era algo que no podía controlar, su angustia y sus sentimientos la obligaban a comer para pensar en la comida para luego vomitarla. Sí, Taylor era bulímica. Pero, déjando este tema a parte, Taylor miró el teléfono. Ni una llamada de nadie, ni papá, ni mamá ni Ed. Ni de Ed... Estaba hundida, quería hablar con él. Lo llamó.

Qué impotencia sentía Ed en esos momentos. No sabía que hacer. Podría quedarse aquí en Bristol, sí pero su familia no disponía recursos suficientes cómo para pagarle un hogar y además la universidad. Él quería cumplir su sueño, el problema era Taylor. Sabía que si él se marchaba la chica se derrumbaría, y él, no quería eso. No lo quería porque la amaba, la amaba con toda su alma. El teléfono sonó y a través de la pantalla toda hecha añicos, vio que la llamada entrante era de Taylor. Vaciló un poco antes de cogerlo, no quería escuchar su voz quebrada, ni escucharla sollozar. Pero sería peor si no lo cogía. Así que lo cogió.

-Edward, ve. Cumple tus sueños, yo voy a estar aquí esperándote.

-Taylor, son seis años. No quiero que estés sola seis años esperándome.

-Pero es tu sueño.

-Sí, es mi sueño pero no voy a amargarte.

-Pero ¿vas a ir?

-Sí.

-¿Y entonces?

-Es mejor dejarlo Taylor.- Taylor se quedó sin aliento y Ed suspiró cerrando los ojos.

-¿Q..qué?- Taylor temblaba. La rubia estaba sorprendida al ver que aun tenía fuerzas para aguantar el teléfono. Aún así, no duró mucho esto y se cayó al suelo de rodillas y el teléfono aterrizó en el suelo.

-¿Taylor? ¿Estás bien Taylor?- la rubia no contestaba. No podía contestar. Estaba paralizada por el dolor. El amor de su vida la había dejado.

Sí Sí, es muuuuy cortito lo sé. Pero si lo hacía más largo se me cortaba el final. Os juro que va a ser más largo, bastante más. Os quiero fieles lectoras:)

Adiós al Otoño |OS de Taylor Swift y Ed Sheeran|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora