Capítulo 6 - Rose

393 17 29
                                    

Rose era una joven de 16 años, era muy lista y linda, ella no tenía un hogar fijo desde que se fue de casa a los 14 años, era una nómada, viajaba de una aldea a otra, con la excusa: "No me siento cómoda aquí.". La verdad era que Rose no se quedaba porque ella quería explorar y conocer más este mundo lleno de magia llamado Terraria. A Rose le fascinaba la magia, y aunque no la dominaba perfectamente, algo sabía.

Un día, viajando por el mundo, encontró una aldea de Esqueletos, sí, Esqueletos. Estos sabían mucho sobre magia, de hecho, la razón de por qué eran esqueletos, es porque se hicieron un hechizo para seguir viviendo para siempre, aunque no se puede decir lo mismo de su piel y órganos. Rose se sentía muy a gusto en ese lugar, algo le atraía, y de hecho, se quedó ahí por varios días... hasta que en una noche, la Luna Sangrienta se alzó. Los Esqueletos se volvieron agresivos y atacaron a Rose, hiriéndola de gravedad con hechizos y pociones. Un hechizo le dio en la pierna a Rose, y esta cayó al suelo, se dio un golpe en la cabeza y quedó inconsciente.

Rose despertó en una tabla larga de madera, amarrada, y estaba yendo directamente hacia un fuego. Un esqueleto se le acercó y le dijo:

Esqueleto: Lo siento, pero cada vez que la luna se pone roja... él quiere un sacrificio de parte de nosotros. Créeme, es por el bien del mundo.

Rose: ¡Déjame ir maldito esqueleto!

Esqueleto: Me llamo Apolo, muchas gracias. ¿Y tú?

Rose: ¿Qué te importa?

Apolo: Para saber qué poner en tu tumba.

Rose: ... Es inútil que intente escapar, ¿verdad?

Apolo: Me temo que sí.

Rose: Mi nombre es Rose, en ese caso.

Apolo: Rose... genial, entonces ya no hay razón de hacer esto.

Apolo desata a Rose, dejándola ir. Los demás esqueletos reclamaban, a lo que Apolo contesta: "Se llama Rose". Así, Apolo detiene a la enfurecida horda de esqueletos.

Apolo: Bueno, Rose, como te liberé, ahora debes hacer algo por mí.

Rose: ¿Pero qué lógica es esa? Tú mismo me metiste ahí.

Apolo: Pero te salvé.

Rose: Pero tú me metiste ahí en primer lugar.

Apolo: Pero te salvé.

Rose: Pero...

Apolo: Pero te salvé.

Rose: ...

Apolo: Pero te salvé.

Rose: Ya basta. ¿Qué demonios quieres que haga?

Apolo: Es algo simple.

Rose: ¿Pero qué es?

Apolo: Aprender magia.

Rose: ¡Vaya! Lo hubieras dicho desde un principio. Esta bien, lo haré con gusto.

Apolo: Bien, sígueme, te enseñaré magia por... digamos... unos 2 años o algo así. Y cuando termines tu entrenamiento, deberás hacer un recado.

Rose: Así se hará, pues.

Durante 2 años, Apolo le enseñó como controlar magia a Rose, aunque le enseñó lo más básico, es muy difícil de aprender, pues la magia es más práctica que teoría, no importa que sepas la teoría si no sabes manejarla, pero si sabes manejarla, también tendrás que saber algo de teoría.

Apolo: Y así, Rose, es como concluye tu entrenamiento.

Rose: Pero... Aún no sé como manejar la magia.

Apolo: Lo sé, nadie puede enseñarte, lo tendrás que aprender por tu cuenta; sin embargo, para que después no digas que no te ayudé, tengo un regalo para ti. Ten.

Rose: Es... Un Cetro de Diamante y estas son... Cristales de Maná...

Apolo: Sí, aunque solo son 5, te ayudarán bastante. También toma esto, es un Indicador, aquí podras ver tu maná, vitalidad, accesorios, etc. ¿Sabes qué? Mejor te doy 4.

Rose: ¿Y por qué 4?

Apolo: Yo qué se, dáselas a tus amigos o algo.

Rose: Bueno, gracias.

Apolo: Ahora, ¿recuerdas que te dije que necesitaba que hagas un recado cuando terminaras tu entrenamiento?

Rose: Ah, sí. ¿Qué es?

Apolo: Mira, si vas al este, encontrarás una mazmorra, allí encontrarás a un viejo, debes hablar con él de noche, así lo liberarás de su maldición, despertarás a Skeletron, luego lo matas y regresas con un libro de hechizos que te dejará, luego te diré el resto.

Rose: Así lo haré. Una cosa... el tal Skeletron, ¿es fuerte?

Apolo: Nooo, cómo crees, de hecho, es uno de los más débiles. Estarás bien.

Rose: Ah, genial. Entonces, emprendo mi viaje.

Apolo: ¡Buena suerte!

Así Rose caminó hasta la mazmorra, en el camino, fue practicando cómo usar el Cetro, lo consiguió, fue más rápido de lo que pensó. Llegando a la mazmorra, en la entrada, había dos personas, ninguna de ellas era el viejo de quien Apolo le había hablado, eran dos hombres, uno con un arco y otro con una espada. Ella sacó el cetro y dijo calmada:

Rose: Soltad las armas y largáos.
Hombre con la Espada: Lindo acento, pero, ¿sabes?...
Hombre con el Arco: Hay otro tipo que quiere unirse a la fiesta...

CONTINUARÁ...

FIN DEL CAPÍTULO 3

Terraria OriginsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora