Jodidamente jodido

41 10 1
                                    

En resumen, estaba lamentandome por que una chica me había invitado a una fiesta nocturna. Soy patético. ¿Quién se lamenta por que lo inviten a salir? Bueno, a salir. Salir de la casa, por que yo no saldré con nadie. Como siempre estaré sentado mirando mi reloj esperando. Normalmente espero las séis, hoy no sé a que hora esperar.

Estoy jodido, saliendo con gente que no conozco, a un lugar del que no tengo ni idea. ¿Es esto el comienzo de otra historia? No lo sé. Yo sólo espero que no, ya conozco el final. Realmente estoy jodidamente jodido. Veamos que trae para mí el universo esta vez. Si no es algo bueno espero que por lo menos sea una bola de boliche. Y no precisamente para jugar.

A veces pienso que soy demasiado negativo... Y lo soy. Veo todo y a todos los que están a mi alrededor de manera negativa, pero soy incluso más negativo conmigo mismo. Soy patético.

El verdadero problema iba a ser ahora convencer a mi papá de dejarme ir a la fiesta. Él es un cascarrabias. ¿O tal vez era un castor? No lo sé, algo era. En fin, tenía que esperar a que llegara para poder irme, espero que no llegue demasiado tarde o quedaré como el idiota que llega tarde, o, peor aún, como el idiota que rechaza la invitación de una chica a una fiesta. Maldito régimen social.

Sonó la camioneta, llegó el castor. A la final decidí que era un castor. Sería más fácil hablar con un castor que con un cascarrabias. O eso creo.

¿Puedo ir a una fiesta?- Le pregunté.

Por lo menos salúdame antes de pedirme permiso.

Hola. ¿Puedo ir a una fiesta?- Pregunté nuevamente.

No te daré dinero ni te llevaré, pero de poder puedes ir.

Perfecto, la verdad prefiero caminar.

Mamá se asomó para preguntarme algo desde la puerta de la cocina.

¿Quién te invitó cariño?- Preguntó

Mariant Astergen- Respondí.

Lindo nombre, parece nombre de joyería barata.

Patético- Respondí lo más seco y cortante que pude.

La verdad pensarías que mi madre es una buena persona. Pero cuando la conoces te das cuenta de que no es la mejor. Es demasiado sangrona y antipática. Tal vez de allí salí yo. Me preguntaba cosntantemente si me habría traído la cigueña. Mi padre era alto, fuerte, con una barba ridículamente marcada y un mentón que sobresale. Mi madre era alta también, delgada y con un cuerpo bastante marcado. Yo era un moco.

Como sea. Eran las 6, era hora de empezar a dar una caminata hacia la fiesta. Me vestí de manera bastante normal, unas Vans negras, una camisa de vestir del mismo color y unos Blue Jeans.

Cuando llegué a la dichosa fiesta, justo en la puerta estaba sentada Mariant. Nunca pensé que fuera a levantarse y a decirme que me estaba esperando. Me preguntó que por qué tardé tanto. La verdad es que la saludé y le dije que nos sentaramos al lado de la mesa. Tenía hambre. Fue poco lo que hablé, casi no le presté atención.

Si que soy un Don Juan. Una chica linda viene hacia mi, me invita a una fiesta y pasa toda la noche intentando hablar conmigo y yo la ignoro. Claro que sí, campeón. Soy patético. La comida estaba bastante buena. Por lo menos había algo bueno. La música era la misma ridícula música popular de todas las fiestas. Nada nuevo, nada bueno.

Estaba bastante incómodo en ese espacio la verdad, no conocía nada ni a nadie, sólo a Mariant. Lo peor de esto es que tendré que pararme a las 7 AM para asistir al último día de escuela. Aunque me duerma a las 3.

Estoy jodidamente jodido. Último día de escuela y tengo dos evaluaciones y de nuevo la maldita clase de gimnasia. Como cosa rara nadie va a elegirme por lo que me quedaré en las bancas a dormir. Y, como todos los días, esperaré a que una bola de bolos caiga sobre mi cabeza antes de despertar.

En fin, se acercan las tres, creo que me voy- Le dije a Mariant

Vale, pero si te vas por lo menos dame algo a donde comunicarme. Normalmente ustedes piden el número, eres raro niño- Respondió.

No soy raro, soy patético.

Le di mi número y me fui. Pasó media hora y recibí un mensaje de ella. Pasamos toda la madrugada hablando hasta que me tuve que ir a la escuela. Sí, sin dormir. No lo entiendo, ignoré por completo a una chica y luego pasé la madrugada completa hablando por teléfono con ella.

Estoy jodidamente jodido. En ambas evaluaciones puse sólo mi nombre. Nada más. Literalmente, ni siquiera puse mi nombre completo. Sólo Isaac. Pero bueno, siendo el único con ese nombre en toda mi clase no creo que haya problema alguno. Dudo que me confundan con otro.

Y la clase de gimnasia. La jodida clase de gimnasia. Estoy seguro de que no me van a eleg...

Quiero a Isaac en mi equipo- Se escuchó por detrás, interrumpiendo su pensamiento.

¿Quién me querría en su equipo? Vamos, algún idiota seguro. Y estaba en lo correcto. Era Stuart. El brabucón de la clase. No sé por qué me querría en su equipo, pero vamos, que no estaba agradecido. Hoy más que nunca quería dormir. Estoy jodidamente jodido.

Ven enclenque, quiero demostrarle a Peter que puedo ganarle con debiluchos- Dijo Stuart.

La verdad no soy tan debilucho, tengo bastante fuerza y soy ágil, pero odio los deportes. En fin, me escogieron, algo debo de hacer. Parece que jugaremos BasketBall. Por lo menos es un deporte que conozco algo, no es como si fuera el fin del mundo.

Vamos, que si era el fin del mundo. Aunque anoté tres canastas, dejé pasar 6. Perdimos. Y eso me iba a meter en problemas con Stuart. O eso pensé. La verdad es que no le importó, perdimos por un sólo punto, eso ayudó a reforzar lo que decía de que era mejor que Peter. ¿Es curioso, no? Serví para algo a fin de cuentas. Nunca pensé que pasaría. Es estúpido. La verdad es que soy muy patético. Mucho.

¿Es curioso, no?Where stories live. Discover now