Escapando Del Asesino.

CAPITULO 4

Un día pasó desde que el perro de Leticia fue herido gravemente, pero no se encontraron personas alrededor de la casa, además del vecino Matt.

Leticia decidió vestirse para ir a visitar a su perro al "hospital". Ella  fue a agarrar su prenda favorita, su remera azul con rayas rojas, pero vio que cuando se la iba a poner, esa remera tenia una carta:

"Ya te voy a ver y te voy a asesinar"

Realmente, ella no supo cómo llegó esa nota a su remera, y solo hay 4 personas que saben de cual es su ropa favorita; Su madre y su padre, su mejor amiga, y su exnovio. Ella pensó y llegó a la conclusión de que su madre, su padre y su mejor amiga nunca le harían eso porque la aman mucho, pero si había alguien que quizás podría ser, era su exnovio, Robert. Ella estaba segura de que era él, además recordó de que su novio tenía una copia de su llave. 

Luego, ella fue a la cerrajería para decirle al cerrajero que le ponga una nueva cerradura a su puerta y también obviamente, cambiar la llave. El cerrajero lo hizo gratis porque conocía a Leticia y le cambió todo. 

Luego de eso, ella quedo más tranquila y fue hacia el Hospital De Perros, para visitar a Luca. Ella entró, pero se detuvo en la entrada porque sintió que alguien la estaba observando pero luego se dió cuenta que no era nadie. Entró y le dijeron la "Habitación" dónde se encontraba el perro, ella entró pero antes de entrar salió el doctor, y le dijo

—Señora, debo hablar con usted. — le dijo un poco raro.

  — Si, dígame.

  — Tardamos 6 horas en que el perro se recupere, lo dejamos solo porque estaba anestesiado, pero hoy nos encontramos con la noticia de que alguien entró a esta sala.

  — ¿QUE? — Dijo asustada. 

— Si, y su perro sufrió una herida muchisimo mas grave que la anterior, el perro por así decirlo está en coma.

  — OH POR DIOS— Dijo Leticia con unas lagrimas que le derramaban por los ojos.

— Señora, quizás mañana su perro esté mejor. Si usted quiere venga mañana.

— Ok, lo haré. Hasta luego. — dijo llorando demasiado

Ella no quiso ni pasar a visitarlo, porque al verlo herido se le partiría el corazón.