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Se sentía como un zombie. Había pasado la ultima semana resfriado y su fin de semana había sido arruinado por su cuerpo cortado y los mocos acumulados en sus vías respiratorias impidiéndole respirar adecuadamente.

Sabía que mas que sentirse como muerto se veía como tal, sus amigos se había encargado de recordarselo a cada momento durante el día. Estaban a solo una clase de salir y nunca se había sentido tan ansioso por que su clase favorita se terminara. Sentía que iban a ser los 50 minutos mas largos de su vida.

—Ten— Un vaso de cartón fue presentado frente a él.  Lee Eun Ah, ese era el nombre de a chica o al menos eso creía. Nunca había tenido una conversación completa con la chica, pero sabía que era de intercambio —. Te ayudará a sentirte mejor.

Jongin estuvo a punto de llorar. El detalle de la chica lo había conmovido, o tal vez se sentía demasiado mierda como para reaccionar de otra manera. Sin decir mas ella desapareció de su vista, sentándose unos cuantos asientos mas atrás. Tomó el contenido del vaso, sintiendo una calidez llenando su pecho.

La clase comenzó y la maestra empezó a decir palabras que no comprendía, se sentía adormilado y fuera de si mismo. Por un momento sintió que había entrado a la clase equivocada, hasta que la Señorita Zhang se dirigió hacia él.

—¿Entonces a quien elige, señor Kim?

—¿Disculpe?

La clase comenzó a reír, y juró ver una pequeña sonrisa en la maestra, quien trató de disimularlo acomodando sus lentes.

—La pasaré solo porque esta enfermo y tiene cara de sentirse mal —Jongin sonrió levemente—. Elija a su compañero para realizar el proyecto.

Jongin ni siquiera tuvo que pensarlo. De sus labios salió un débil "Lee Eun Ah" que nadie podía creer. Ni siquiera él sabía porqué había elegido a la chica, pero la maestra ya había tomado nota y prosiguió preguntando a las demás personas del salón.

Eun Ah le siguió al finalizar la clase. Ni siquiera sabía que podía decirle, que explicación darle para haberla elegido.

—Gracias.—Dijo al llegar al casillero del chico.

—¿Eh? —Jongin no entendía porque le agradecía. Lo mas coherente había sido reclamarle por haberla separado de alguna de sus amigas, o algo similar. Aunque si era honesto no recordaba verle con alguna chica en la hora del almuerzo, así que no sabía quienes eran sus amigas.

—Acabas de salvarme de hacer un proyecto con Jongdae, y para ser sincera, no creo que soportaría sus gritos por mas de dos días seguidos. Es un buen chico, pero demasiado ruidoso para sentirme cómoda.

—¿Puedo hacerte una pregunta?—La chica asintió—¿De qué es el proyecto?

Eun Ah rió, tapando su boca con sus manos. Sobó delicadamente su hombro y le dijo un "te explico mañana" y un "recuperate pronto" antes de irse.

No sabía si se trataba de una ilusión por su refriado o que se estaba volviendo loco, pero juró por un segundo que Lee Eun Ah era la chica mas linda del mundo, aun con sus gafas de pasta gruesa, su peinado despeinado y ese suéter demasiado grande y poco favorable.

—¿Listo para irnos?—Junmyeon lo sacó de su trance, haciéndolo brincar en su lugar.

 —Llévame de aquí antes de que muera.

ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora