Cuero

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Camila terminaba de envolver la grapadora cuando llamaron al timbre. Guardó el paquete con cuidado en el bolso y se puso la chaqueta antes de abrir la puerta. Lauren le robó un beso en cuanto la vio y Camila se lo devolvió sonriente.

-¿Estás lista? –La castaña asintió, salió de la casa cerrando la puerta y siguió a Lauren al coche.

Pero se paró a mitad de camino cuando se fijó en los pantalones que llevaba su novia, eran de cuero negros y le sentaban como un guante. Le encantó el cambio acostumbrada a verla siempre con vaqueros o pantalones deportivos.

-¿Y esos pantalones?

-Son de Chris. Estuvimos haciendo limpieza en el desván de la casa y me dijo que me los quedara, que a él ya no le venían. ¿Te gustan?

-Te hacen un culo impresionante –Lauren rió complacida aunque se le pusieron los cachetes colorados al ver como su chica se lo comía con la mirada mientras se mordía el labio.

Subieron al coche y emprendieron la marcha. Camila no podía quitarle los ojos de encima, sorprendiéndose a sí misma de ver cómo la había calentado verla con esos pantalones.

Le apoyó la mano en el muslo, mientras Lauren la miraba divertida, y despacio la fue subiendo hasta colocarla encima de su entrepierna. Frotó suavemente y sonrió satisfecha al notar como Lauren se erguía bajo sus caricias, apretando aún más sus pantalones.

La ojiverde aparcó detrás del cobertizo cuando llegaron a la casa de sus padres, apagó el motor y se lanzó a por los labios de su chica. Camila le devolvió el beso con ganas, sabiendo que era por su culpa que ella estuviera de esa manera.

Camila siguió frotando sobre el bulto del pantalón, enardeciéndola más. Lauren la cogió por la nuca e intensificó el beso mientras la otra mano subía peligrosamente por su costado.

-Venga, Lauren.

-Un poco más y ya es tuya –Se separaron asustadas mientras Dinah y Vero estallaban en carcajadas al otro lado de la ventanilla.

Salieron del coche y siguieron a las chicas, quienes no paraban de reír, al interior de la casa. Eran las últimas en llegar.

-Feliz cumpleaños, señor Jauregui –Mike sonrió al verlas entrar.

-Te he dicho mil veces que me llames Mike.

-Lo siento, es la costumbre –Estaban todos reunidos en el salón esperando a que la comida estuviera lista –He traído un regalo.

-No hacía falta que te molestaras –Pero se veía impaciente mientras la castaña rebuscaba en su bolso.

Se entusiasmó cuando vio la grapadora y más aún cuando Camila sacó un par de hojas y le enseñó cómo funcionaba.

-¡Todos a comer! –Clara salió de la cocina y saludó a las recién llegadas.

-Se lavarán las manos antes de comer ¿no?- les susurró Dinah a la pareja

-Sobretodo viendo dónde las tenían hace un rato-dijo Vero.

Camila se sonrojó profundamente para regocijo del par de chicas.

-Iros a la mierda –Lauren las miraba furiosa.

-¡Ya basta! –Clara se impuso y las mandó a todas a la cocina.

-Si sólo lo decíamos por higiene –Se sentaron bajo la mirada furiosa de Clara. Lauren y Camila también lo hicieron en el hueco que había entre Taylor y Normani.

-¿Dónde tenías las manos? –Taylor le preguntó sTNoTaylor a su hermana.

-¿Tú dónde crees?

Cuero (Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora