capitulo 4: Impotencia

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Harry:

Me pase toda la tarde observandolo y esperando que alguien llegue para que lo cuide, ya que solo fue un mareo no tenia fiebre por suerte, pero nadie llego, ahi me preocupe peor. ¿como pueden dejar solo a un angel tan indefenso?
Eran las 9 de la noche llame a mi mamá para que no se preocupara y le avise que ya iba.
Hice la comida y la deje en el horno le deje una nota en la puerta de su habitacion solo espero que la vea.

6:00 a.m.

El maldito despertador que no dejaba de sonar me desperto ya porfin era de mañana me levante hice la rutina de todos los dias levantarme, hacer mis necesidades, asiarme, vestirme, desayunar e ir a la secu.

Todo iba bien, hasta que tenia que entrar a mi aula, vi como unos compañeros mios se salteaban la clase llevandose con ellos a un chico de cabello rubio, se me hizo muy familiar no me di cuenta hasta que doblaron en una esquina y le reconoci la cara, era niall, y me asuste cuando vi que tenia terror en un sus ojos asi que los segui aunque estaban un poco lejos me perdi al doblar la esquina del pasillo que daba justo al patio y alado del gim donde escuche un fuerte golpe de algo impactado al suelo.

Corri hasta ahí y vi lo peor, niall siendo golpeado por esos mal nacidos.

-DEJENLO¡¡-fue lo primero que dije antes de agarrar del hombro al que estaba encima del rubio y darle un puñetaso en la mejilla que le hizo correrse a un costado

Los demas al dirigirme la mirada se espantaron y enseguida me dejaron solo con mi angel.

Estaba llorando y lo abrase por segunda vez porque se que lo necesitaba, me di cuenta que necesitaba que alguien lo proteja de todo mal y porque necesitaba saber que no esta solo.

-No estas solo, tranquilo ya paso, nadie te volvera a lastimar.

No obtuve respuesta pero senti un liquido en mi mano, la levante y vi que era sangre me alarme lo primero que dije fue.

-debo llevarte a un hospital

Mire de donde venía esa sangre, desde su pecho, pero sus mangas eran las que más sangre desprendían, en la sien tenía una herida donde salian gotas.

Enseguida sentí que su cabeza hacia una negacion.

-Pero seguiras perdiendo sangre y hay que ver que tan grave estás.- le dije en modo amable, pero sentia tanta preocupación -puedo?. Decia refiriendome a su manga.

Abrio los ojos como plato y escondio su brazo, capas no quiera que lo toque por el daño que le hicieron razone.

Intento pararse pero no podía sostenerse completamente, pude darme cuenta que una pierna no tenia fuerza. Capas también estaba gravemente lastimada- Matare a esos desgraciados- fue lo único que pensé.

Rápidamente opté por cargarlo y llevarlo a mi casa.
Si no quería ir a un hospital, no lo obligaría pero al menos trataría sus heridas, aprovechando que no hay nadie en casa para que el pequeño no se sienta incómodo.

-Te llevaré a mi casa, necesito que tus heridas sean tratadas.

Lo cargué estilo nupcial y el asustado se agarró de mi cuello, abajo mío sentía como temblaba y me dio una ganas de querer protegerlo de todo el mundo.

Lo cargué en el auto sin importarme que lo manchará, ahora solo me preocupaba sus heridas y poder curarlo.

Cuando termine de acomodarlo, rápidamente di la vuelta al auto, para sentarme detrás del volante. Lo puse en marcha y como pude , sin chocar ningún auto en el camino llegué a mi hogar.

Lo bajé con mucho cuidado, mientras el dejaba su cabeza en mi cuello ya mucho más tranquilo.

Entre con un poco de dificultad, y pasando a mi cuarto. Lo bajé de mi regazo para sentarlo en mi cama.

-Quedate aquí traeré el botiquín y un cambio de ropa para ti.- el no me quería dirigir la mirada, pense que tal vez estaba perdido en sus pensamientos, así que aproveché para buscar lo anterior dicho.

Ya una vez que tenia todo, subí a la pieza y me acerqué al pequeño, me agaché para encontrarme a su altura.

La sangre en su ropa se encontraba seca, quería ver que le habían hecho, quería saber que tan grave eran sus heridas, sentía tanta impotencia por no haber llegado antes, de un momento a otro me encontraba aprentando tan fuerte mis manos hechas puño, que se veían blancos mis nudillos.

Acerque mi mano a su campera para poder quitársela, pero el me freno colocando su mano, tan pequeña encima de la mía. Levante mi vista para encontrarme con sus ojos tan tristes y llenos de miedo. Así que cedí a su pedido y me aproximé a decirle.

-Entiendo que no quieras que te toque, si crees que puedes hacerlo tu solo te dejaré las cosas para que puedas curarte y ponte mi ropa al terminar ¿sí pequeño?

Mi Ángel asintió con la poca fuerza que tenía y me señaló con su pequeña mano la puerta de mi habitación, no entendía su referencia hasta que supuse algo.

- emm ¿quieres que espere afuera?- el pequeño solo me volvió a asentir con un rubor en sus mejillas, a lo que le sonreí- esta bien pequeño, cuando termines puedes bajar a avisarme.
Y diciéndole eso me retiré.














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⏰ Última actualización: Jun 10, 2019 ⏰

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Depresion ~Narry~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora