Capítulo 1

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Empezar una nueva escuela es como volver a nacer, no sabes que es lo que te espera. Te tienes que acostumbrar a tu nuevo entorno.

— Fuu— esperaba en la entrada de mi nueva escuela, teniendo esperanzas de que todo lo que sucedió el año pasado solo haya sido un mal sueño, cerré lo ojos  y los volvi a abrir.— No, no fue un sueño— dije entrando a la escuela.

Esta escuela era deprimente,  con horribles uniformes grises y blancos, por lo menos espero que mis nuevos compañeros no sean igual de deprimentes.

Me dispuse a mirar mi horario,  fantástico,  la materia que todo el mundo le encanta,  matemáticas.

La escuela era mas grande de lo que aparenta afuera, obviamente me perdí entonces vi a un chico,  quizas el pueda ayudarme.

— Oye,  disculpa,  ¿Me podrias decir donde se encuentra el salon A4?—  el chico volteo,  y no,  no era guapo me llegaba a los hombros y eso que soy bajita.

— Eres nueva ¿cierto?
— dijo voltenadose.

— Ehh... Si.

— Pues tienes suerte, ahi es a donde me dirijo—. dijo giñandome el ojo y dandose vuelta. Okay,  no esperaba que algo asi me sucediera el primer día.

— Bueno, chica nueva ¿Te puedo decir chica nueva?

Que original —pensé —No.

— Bien,  te dire chica nueva. Hay algunas cosas que deberias saber antes de entrar en panorama y es que, la mayoria, son hombres.  Como probablemente sabras,  esta escuela era antes de hombres— no, la verdad no tenia ni idea— asi que no te asustes,  si necesitas ayuda,  solo dimelo.

Sinceramente,  me daba igual y si necesitará ayuda, no se lo pediria a alguien que fuera más  pequeño que yo.

—Gracias, pero no gracias.

Llegamos al salón, para mi suerte el maestro aún no había llegado pero al entrar, el enanito no bromeaba,  si había puro chico más que un grupito de chicas al fondo y una más en la primera butaca.

Todos se callaron cuando entramos mientras que el enanito se acercaba a aquella chica solitaria mientras trataba de encontrar una butaca. Había una, dos asientos atras de la chicas y el enano.

Me senté y observe. A diferencias de la apariencia deprimente de la escuela,  ahí era todo lo contrario. Quería alejarme de la relidad por un rato me puse mis audifonos y comencé a dibujar; eso es lo que realmente necesitaba descansar de todo. Pero no duro mucho, un chico se acercó sentándose enfrente mío, lo miré y me dijo algo pero no lo escuché me volví a concentrar en mi dibujo. 

.

—No me escuchaste ¿verdad?

—No —contesté

—Dibujas bien — me encogí de hombres —¿Que música escuchas?

—Rock alternativo.

—¿Y la canción es... ? —le enseñe la pantalla de mi reproducto —. ¿Starset? ¿Es un grupo nuevo?

—Si.

—No eres muy habladora ¿eh?

—Mmm... no —solto una risilla.

—Veo que llegaste con Kevin. No te lo recomiendo. —alcé una ceja

—¿Recomendarmelo?

—Sí, le gusta una chica,  lo rechaza y se va con otra. Un clasico círculo de una persona que nunca se ha enamorado de verdad.

—¿Y tu sí? —solo sonrió.

—¿Porqué estas en esta escuela? ¿Porqué te cambiaron?

—No quiero ser grosera, pero no te interesa.

—Tampoco eres muy simpática. —debo admitir, que me gustan sus cejas pobladas, tengo un gusto especial por ese tipo de cejas —¿Tengo algo en la frente? —negué con la cabeza. —¿Ya te inscribiste a un taller?

—¿Taller?

—Sí, ¿No sabías?—volví a negar con la cabeza —Ahora ya sabés. ¿Quieres que te diga los talleres?  Dudo que me lo vayas a preguntar.

—De acuerdo.

—Me siento felíz de que digas algo más que una monosílaba.

Habia talleres para todo, porristas, cocina, deporte, lectura, escritura, proyección, diseño, ambiental,  hasta para hacer jugos, literal, si hay para hacer jugos.

—Y por ultimo,  el taller de electricidad don...

—Donde vamos nosotros —interrumpió la chica que estaba en el frente junto con Kevin —Hola, me llamo Sham.

—Eliza —saludé —¿Vamos? —volví la mirada a el chico —Yo pensaba que ibas a algún deporte —dije observando la ropa que traía puesta.

Río.

El chico es bastante risueño.

—No no, solamennte me gusta vestirme asi, es bastante comodo.

—Ademas mira estos brazos,  no son nada más que huesos y carne. Es más que obvio que el no aría ningun deporte— dijo la tal Sham.

Entonces me miraron.

— ¿Que?

— ¿Entonces...?— empezó el chico.

— ¿Te unirás a nuestro taller?— dijo Kevin guiñándome el ojo.

Me limite a encogerme de hombros mientras la campana de inicio de clases sonaba.

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2017 ⏰

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