Diles que me Quieres

Capitulo 1

Caminaba por los pasillos, toda inofensiva y sin llamar tanto la atención como sé hacerlo, nadie notará a una hormiga más del plantel mucho menos si esa hormiga soy yo, tengo un plan para este año que es mi último año de secundaria, sin duda tiene que ser uno de mis mejores años, al fin saldré del infierno al que llamo escuela, odio venir a este lugar, odio estudiar, odio levantarme temprano ¿Quién no? Pero por otro lado, vengo todos los días, estudio mucho, me levanto muy temprano, todo por obligación, en mi escuela anterior era la mejor, me destacaba por ser buena estudiante, pero yo me destacaría por ser la más ¿cómo decirlo?...Monga de la clase.

Me gusta como soy, no cambiaré eso, unos años más y seré mayor, aunque no tengo ninguna idea de cuál es la carrera que quisiera estudiar, no eh pensando en ello, mis padres quieren que entre al mundo de los negocios, quieren que nadie esté arriba de mí, pero la verdad no estoy segura.

Sigo caminando hasta toparme con una puerta y la placa con el número de aula que me corresponde, inhalo y exhalo levemente, estoy nerviosa, siempre eh sido demasiado tímida, no podría entrar.

Hay no. Atrás los malos pensamientos. Voy a pasar.

Toco levemente la puerta y una señorita de más o menos unos 28 años aparece, era una mujer realmente guapa, pero ese no es el problema, el problema es que llegue temprano, pero ya todo el lugar estaba lleno.

-¿Desea algo? -me preguntó con una voz delgada, realmente dulce que podría decir que era un ángel.

-Eh, no, es que...soy nueva y... -le digo bajando la mirada y mis mejillas blancas se tornan rojas cuando tartamudeo.

-Oh -sonríe- valla eres... ¿Johnson? ¿Verdad?

Y asiento, la señorita sonríe una vez más y la verdad su sonrisa me tranquiliza, pero se arruinó todo al momento en que abrió la puerta entera y sentí todo un salón de clases mirándome directamente, muy directamente.

Estaba con toda cara de tonta al momento en que eso pasó, me avergoncé y salí de lugar tanto que me quedé congelada.

-¿Señorita Johnson? ¿Va a pasar? -me despierta la amigable señorita con un tono divertido.

Yo asiento nuevamente y camino entre todo el lugar que de la nada se volvió callado. Visualicé un sitio vacío en el fondo y no dude ni un segundo en que ese sería mi lugar. Definitivamente.

-Muy bien clase, ahora donde me quedé, ya vino la que faltaba de la lista -refiriéndose a mí- bueno, antes que otra cosa, yo soy Melisa y soy su tutora, aunque también estaré llevando con ustedes el curso de ciencias y las materias correspondientes al curso. Espero poder llevarnos bien en lo mucho que queda del año. Bueno ya pasamos lista, y ya nos conocimos entre todos, bueno a excepción de una personita que llegó 7 minutos tarde.

Y con eso casi me desmallo ¿yo tarde? no llegué tarde me levanté muy temprano, es mi primera tardanza de toda la vida, esto ya es mucha rebeldía para mí.

-Así que bueno -me mira- dinos tu nombre, tu edad y que quisieras hacer al terminar tu último año de escuela.

Todas las cabezas giran y me ven, como si e estuvieran diciendo <Dinos, dinos, dinos> atormentándome en mi cabeza.

-Yo... -susurro sonrojada.

-Perdón, sería mejor si te pararas y lo dijeras en voz alta -y me sonríe amigablemente Melisa.

Este es mi primer día, estoy iniciando muy mal, muy, muy mal. Solo me quedó obedecerle.

-Mi nombre es Elizabeth, cumplo 15 años en un mes y -estaba titubeando y al final bajé la mirada- todavía no sé qué hacer cuando termine la secundaria.