Diles que me Quieres

Prólogo

La mejor de la clase, esa era yo, y la más tonta al mismo tiempo. La más tonta e ingenua.

Me trasladaron a una nueva escuela, una nueva vida por así decirlo, pensando que ahí estaría mejor, ya no tendría problemas con nada, que como siempre, mi vida iba a ser perfecta. Ningún error, nada, tan recta como una regla.

¿Quién diría que el ir a una de las mejores escuelas de la ciudad me traería problemas? Tal vez e incluso se pensaría que fuera para mejorar, caigo y me levanto, pero no, esta vez me mantendré en el suelo por mucho tiempo y lloraré.

Algo así por como apareció él.

Me enamoré por primera vez, de un buen chico, por su aspecto no pareciera una persona buena, lo confundirían por algún delincuente, aunque la verdad tenía un buen corazón, y lo que llevaba encima era pura pinta, puro su estilo.

Me dejé enredar, me dejé llevar, dejé que me gustara sabiendo que esto no iba a funcionar y llevar a ningún lado.

Todos hablan mal de él, mi deber sería solo defenderlo, y que al mismo tiempo me defienda a mí.

Dicen que seré solo un jueguecito más, pero yo no les creo.

Me trataran de separar de él, pero no lo conseguirán.

Me traerán problemas y ellos no apoyaran en esto, empeorando más las cosas, un amor escondido, al que quisiera gritar a los cuatro vientos sin parar, con todas mis fuerzas, dando a saber que soy feliz, a su lado soy feliz.

¿Cómo un simple trabajo de ciencias llevo a todo esto? ¿Cómo conseguí ponerme mal con todo el mundo solo por defenderlo a él? ¿Cómo cambié tan rápido?

El amor todo lo puede, ellos son solo envidiosos más de la lista que tratan de separarme de lo que más quiero en este mundo.

Sé que me enganché a él, aunque lo intente no podré liberarme y el no querrá soltarme, me quiere, de eso estoy segura, y yo lo quiero, como nunca quise a alguien más.

Se meterán en mi camino, pero los sacaré, seguiré adelante con él, nada se interpondrá...

Esto se arregla fácilmente, simplemente decirles que me quieres.

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