Me, Myself And I [SASUSAKU]

Capitulo 28.- La Opinion de la Madre de Sakura.

— ¿Tu sabes de quien es la motocicleta que está afuera?—entro a la sala y creo que descubrió quien era el propietario de dicho vehículo. Sasuke se puso de pie y seguido yo lo hice.

—Sasuke Uchiha— dijo educadamente tendiendo su mano hacia mi madre como saludo, ella lo miro de pies a cabeza. Rogaba por dentro que no hiciera o dijera nada descortés.

—Señora Haruno para ti.— dijo dándose la vuelta ignorando por completo el saludo de Sasuke, dejándolo con la mano en el aire.

Sonrió tímido y bajo la mano —Bueno creo que será mejor que me valla— volteo a verme con una mueca burlona.

—No— le dije seria —quédate— no se iba porque quería, por primera vez sosteníamos una plática sin pelear y mi madre lo arruinaba —Así es ella siempre— le explique.

—Ya veo a quien saliste— dijo en un susurro.

— ¡Oye! — le reclame y solo rio.

—Ya es tarde y no puedo dejar mucho tiempo solo a Lin con los niños— paso su mano por su cabello. —Sabes, el viernes se quedaron muy tristes porque te fuiste sin despedirte de ellos.

— ¿De verdad? — pregunte enternecida, ese día me enoje tanto que me olvide por completo de ellos. —Diles que mañana pasare por ellos— le dije sonriente.

—No lo creo— negó con la cabeza.

—Sasuke… No te estoy pidiendo permiso— hable seria nuevamente. —Te estoy diciendo que pasare por ellos— negó con la cabeza nuevamente.

— ¿Quién es él? — todavía se atrevía a preguntarme sobre él, después de cómo lo trato —Te estoy hablando— dijo al ver que no me detenía y seguía subiendo las escaleras

—No creo que te importe- me detuve pero no voltee a verla

—No me agrada— dijo firme

—No me interesa— conteste igual ahora si volteando a verla

—Te la has pasado con el ¿cierto? — Estaba en lo correcto —No sé porque sales con él, ¿Por qué terminaste con Gaara? — no sabes nada mama… hace más de dos semanas que habíamos terminado y apenas preguntaba por qué.

—Mama…— dije cerrando los ojos tratando de contener mi enojo —Por qué no dejas de fingir que te intereso y sigues en tus cosas- por más que trataba de no ser grosera, no podía.

—Sakura regresa— ordeno cuando volví a avanzar por las escaleras

— ¿Para qué? Siempre que intentas arreglar las cosas terminamos peor, así que mejor así déjalo. — nuevamente ignorando sus llamados subí a mi habitación, esto ya me estaba hartando.

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*narra sasuke*

— ¿Celoso?

—Cállate idiota— era una estupidez con todas las letras.

—Vamos Sasuke acéptalo tú también andas tras ese corto vestido— dijo Deidara burlonamente —Y al parecer Gaara quiere recuperar lo suyo— se recargo en el casillero mirando hacia el casillero de Sakura donde estaba ella hablando con Gaara.

— ¿Tu no entiendes verdad?— dije con fastidio sacando mis libros de mi casillero —Gaara esta con Ino y Sakura no me interesa— dije confiado.

— ¿Seguro?— soltó una carcajada —Entonces ¿no te molesta si la invito a salir?

—Claro que no. — Como si fuera a aceptar tu invitación. Seguimos viendo hacia donde estaban Sakura, Gaara y ahora Ino se había unido. Ambas se lanzaron un par de sonrisas hipócritas con miradas acecinas y la nueva ‘pareja perfecta’ se fue.

—Ya vengo— dijo con suma seguridad Deidara

— ¿A dónde vas?— le pregunte incrédulo ¿Realmente le pediría a Sakura que saliera con él?

—Ya verás— dijo antes de caminar en dirección de Sakura. Ella cerró su casillero y se sorprendió al verlo frente a ella, le sonrió levemente. –Te dirá que no- pensé divertido. En menos de cinco segundos él se dio la media vuelta y camino hacia donde yo estaba. Tenía los ojos abiertos a tope y su mandíbula casi se arrastraba por el suelo. Sabía que le diría que no.

— ¿Tan mal te fue?— solté una sonora carcajada

—No— parecía impresionado —Este viernes tengo una cita con Sakura Haruno.

— ¿Qué? — mierda Sasuke ¿por qué gritas?

—Dijiste que no te interesaba— me señalo

—Y no me interesa— dije tranquilizándome —Solo me sorprendió un poco— si… solo eso nada más.

— ¿Seguro?— dijo sin despegar la mirada de Sakura que caminaba por el pasillo con su característica seguridad —La has tenido una semana en tu casa…— negó con la cabeza —Cualquiera ya habría intentado tenerla en su habitación— mordió su labio inferior, no podía ser más imbécil.

— ¿Y tú lo intentaras?— cerré de un golpe mi casillero.