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- Daryl...

Un hombre se acercó a él y le indicó lo que tenía que hacer. Daryl asintió malhumorado e hizo su trabajo, me la pasé todo el tiempo observando sus movimientos hasta que sentí que tenía compañía.

- Se negó cuando Negan le ofreció pertenecer a los salvadores. - Dijo Dwight detrás de mí.- Prefiere morir antes de pertenecer a nuestro grupo, esas fueron sus palabras. - Comentó gracioso.

- Dwight...- Giré mi cuerpo y me puse delante de él. - Sé que es una locura, pero también sé que es lo correcto. Voy a escaparme, y Daryl vendrá conmigo. Necesitamos tu ayuda.

Su rostro palideció al escuchar lo que le dije.

- No...Negan os matará...

- Será rápido, desapareceremos y nunca nos volvereis a ver.

- Pero...irá a Alexandria a buscaros..no os encontrará y matará a todos...Es mala idea, Stalin.

- Por eso necesito tu ayuda, sal de aquí, tú que puedes. Dile a Negan que vas a buscar provisiones, yo que sé... Ve a Alexandria y busca a Rick, habla con él, dile que se preparen, nos iremos todos de aquí. Podrías venirte...

- No...bastante tienes con que te ayude. No puedo irme de aquí, sabes bien por qué.

- Sherry.- Nombré a su mujer.- Siento mucho todo lo que pasasteis.- Dije fijandome en la parte quemada de su rostro.- ¿Irás a Alexandria?

- Sí. Te mereces salir de este maldito infierno.- Chocamos los puños.

- Necesito hablar con Daryl...- Miré otra vez a su dirección.

- Eso puedo arreglarlo. - Dwight se fue de mi lado y entró en el campo de los caminantes, habló con uno de los guardias y se llevó a Daryl, vinieron a mi dirección y pasaron de largo. Los seguí y terminamos en el patio trasero de la fábrica, nunca nadie iba por ahí.

Al llegar nos quedamos los tres mirándonos los unos a los otros.

- Estaré vigilando.- Dijo Dwight. Asentí y vi como se iba.

- Stalin.- Dijo Daryl rodeandome con sus brazos.

Apreté mi agarre sintiéndolo otra vez a mi lado, cómo extrañaba a este hombre, levanté mis manos y las subí a su rostro, junté nuestros labios en un beso dulce y necesitado, dimos paso a nuestras lenguas para que se juntaran. Al terminar el beso no nos separamos, nuestros rostros seguían juntos, nuestras narices rozándose, y nuestras miradas conectadas. Acaricié la mejilla de Daryl y sonreí, este también lo hizo dejándome sin aliento.

- Saldremos de esta con vida, te lo prometo.

- Me conformo con que salgas tú con vida.

- Escaparemos, Dwight nos ayudará, podemos confiar en él.

-¿Estás segura?

- Sí.

- Te extrañé.

Mi sonrisa se agrandó y lo besé de nuevo.

- Te quiero.- Confesé.

- Yo también.- Dijo sorprendido.

Todo era nuevo para los dos, sentíamos una extraña atracción que nos dejaba sin aliento, o por lo menos a mi. Su cabello despeinado, aquellos ojos azules profundos como el mar, su sonrisa que pocas veces mostraba pero era la más hermosa que ví en mi vida.Cada vez que veía a este hombre mi pulso se aceleraba

- Siento interrumpiros, pero tenemos que irnos.- Dijo Dwight desde la esquina.

- Ya vamos.- Dije.

Entrelazé nuestros dedos y apreté su mano, después la subí a la altura de mis labios y la besé.

Daryl me abrazó otra vez, aspirando mi aroma y diciéndome cosas al oído, su aliento chocaba con mi piel provocando que esta se erizara.

Llegamos al lado de Dwight y soltamos nuestras manos, besé su mejilla y los dos se alejaron de mi. Me quedé en aquel patio pensando en cómo saldría todo, en si conseguiriamos salir con vida.

Salí del patio y llegué otra vez a la valla del campo de los caminantes, un camión llegó y un hombre abrió la puerta trasera, de repente se escucharon disparos, corrí al lugar en el que se encontraba el camión. Con dificultad pasé entre los caminantes y llegué a la escena. Dos hombres estaban en el suelo muertos, miré dentro del camión y no pude creer quién estaba ahí.

Era Carl Grimes.

The Negan's Origin.Where stories live. Discover now