TEATRO
Entre los aplausos del público la detonación casi no se escuchó. Fue reemplazada por los gritos de las mujeres que habían presenciado el fatal hecho. El asesino se lanzó al escenario y pronunciando «Semper sic tyrannis» desapareció entre el gentío asustado. Un país terminaba la guerra. Y el presidente Lee yacía sangrando en el palco con el grito manchado de su esposa de un espeso rojo. Última sangre vertida en la contienda.
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MICROTENTACIONES
Short StoryPor qué siempre tiene que ser novelas, relatos, cuentos de muchas palabras... por qué no disfrutar con pequeñas pinceladas de no más de 500 por ejemplo. Eso es el MICRORELATO. Pequeñas píldoras de historias. Capaces de gustar tanto como una nueva no...