Hola. ¿Sabes cómo me llamo? Seguro que sí, o tal vez no. Me llamo Lucía, y soy de España.
No sé por qué escribo esto, en verdad. Tal vez sea una salida, una escapada virtual del dolor y de la impotencia que siento en estos momentos.
Básicamente, mi vida ha sido un completo fracaso. Creo que cuando era pequeña me tacharon como desgraciada, desafortunada, fracasada.
Muchas personas me han tratado mal, me han juzgado mal la mayoría.
Quiero que me conozcas mejor ¿y qué mejor que esta ocasión para hacerlo?
Me he cambiado tres veces de colegio. En primer lugar, vivía en un pueblo no muy alejado de la ciudad en la que habito actualmente. [...]
Mi vida era alegre, divertida. Mi vecino se convirtió en mi mejor amigo, ¡y no saben cuánto anhelo estas tardes en las que jugábamos a cualquier cosa hasta acabar agotados!
Vivía junto a mis abuelos maternos; o llámadlos segundos padres.
Siempre tuve un vínculo extremadamente fuerte con ellos, en cambio, con los paternos, siempre fue más débil.
En tercero de primaria, no recuerdo cuántos años tenía, mis padres decidieron mudarse a la ciudad, y yo, por supuesto no quería. ¿Se imaginan una vida sin su mejor amigo? Yo no lo podía imaginar.
Nuevo curso, nueva vida, nueva yo.
Mi vida se veía borrosa entretanto los años trascurrían lentos. Hice buenas amigas, y ¡para qué aburrirles! acabé exhausta cuando mis abuelos tuvieron que trasladarse con mis padres y mis hermanos.
Mi abuela empezó, suavemente, a enfermar. Mis tardes eran aburridas, inapetentes... Mi amistad con R empezaba a decaer, no le veía los días de la semana excepto los fines de semana.
A menudo - o quizá no tanto - salía con mis amigas de primaria, aunque no me llevaba bien con todas, como es común y típico. Hubo roces, roces que me llevaron a las lágrimas, y más aún cuando la primaria se acababa y de nuevo tenía que cambiarme de centro, forzosamente, pero aún no sabía lo que estaba por venir.
Nuevo curso, nuevo centro, nuevas amigas.
No tenía la menor idea a lo que de verdad me tenía que enfrentar, os parecerá tonto, pero, a mi no me hace ni la mínima gracia.
He conocido a pocas personas aquí, en el actual, pero las pocas que he conocido han llegado a dañarme, hablando psicológicamente, y bueno, tal vez fisicámente, pero no hablando de golpes, puños o cualquier signo de violencia.
¿Quién dijo que ser delgado fuese a ser magnífico? ¿Perfecto? Já. ¿Saben? Se metían conmigo por ser delgada, por ser esquelética. Decidí no darle la menor importancia al caso, pero, a medida que los insultos aumentaban, mi cuerpo se hacía débil, y con él, mi mente.
He intentado tantas veces engordar... No saben bien. Pero, dirán ¿eso es todo? No, eso no es todo. Detrás de esos rebeldes e indisciplinados jóvenes, se esconden personas que se hacen pasar por amigas.
Quizá mañana me arrepiente de lo que escribí aquí, pero hoy, no. Verdaderamente, y siendo sincera, estas últimas me han llegado a hacer un gran daño. Mentiras, amenazas, exclusión... Utilizar.
Tal vez conozcan este sentimiento de impotencia, de falta de valor, de cobardía. Si nunca lo sintieron, os recomiendo, que no lo quieran conocer. No sé lo que digo.
No voy a contar mis problemas tal y cómo son, pero, que sepan que nunca dije a la cara lo que realmente siento hacia esa persona. Ser una cobarde de mierda es mi especialidad.
Los resultados de estas acciones que mis propias "amigas" me hicieron me han llevado a ser una persona tímida, cobarde, antisocial... ¿Qué más?
Nunca he resaltado entre los demás, nunca lo quise, no me gusta ser el centro de atención, ni mucho menos. Soy vaga, desobediente, malhumorada, arisca, canalla, infame y miles de adjetivos que me dispondría a nombrar.
Aunque me considero buena persona. Siempre he estado ahí para ayudar, siempre, hasta a los que no se lo merecen, y ¿qué recibo a cambio? Su discriminación, sus insultos. Gilipollas...
¿Pero saben con quién? O... ¿quiénes? Mi familia. Ellos, que no tienen ni una pizca de culpa de la sociedad de mierda en la que vivimos. De la mierda de la gente que nos daña, a ti, a mi, a ella, a quién sea. Que si no jodes, van a joderte, y que no van a parar hasta que te quedes agotada y digas "Me rindo, ya no puedo más."
Por que esa es la pura verdad, mierda.
Otra de las cosas que me han destruido por completo fue la muerte de mi abuela. Seguro que la mitad de mis seguidores lo sabe. Soy una habladora de mierda, ajá.
Eso me dolió, me devastó, mi vida se desmoronó. Pero, encontré un oasis, un chico que hizo alegrarme mi día a día. Ese chico me hizo realmente feliz, pero ¿saben? Esa amistad quedó destruidad, quemada en mil cenizas, ¿quién fue el culpable? Las mismas de siempre.
Ahora comprendo por que lo bueno dura tan poco. Bueno, tampoco es que haya hecho yo halgo para salvar esa amistad, esa bonita relación que se deshizo, que desapareció ante los miles insultos que recibía.
Y cuando todo creía que estaba perdido, aparecieron ellos. ¿Saben de quiénes hablo? De esos cinco chicos, esos cinco perfectos chicos que me dieron una segunda oportunidad para seguir adelante, una segunda oportunidad para brindarme la fuerza que había necesitado hace mucho tiempo. Poco a poco, desde ser una fan, una fácil fan, me convertí en una Directioner, pero no sólo en ello, si no en una "loca obsesionada" que no puede vivir sin ellos.
Realmente no sé qué haría sin ellos. Por que debo agradecerles mucho, más de lo que piensan.
Gracias a ello he descubierto a personas que sí merecen la pena, que son la salvación de la sociedad que nos averguenza cada día.
Esas personas son lo mejor que me ha pasado, y lo mejor que nunca más me llegará a pasar.
Por que VOSOTRAS sois únicas, y me apoyaís, allí, desde donde estaís, tan lejos, pero a la vez tan cerca. Habeís llenado gran parte del vacio que tengo.
¿Saben? Amo la soledad, en cierta parte, es decir, entro en mi casa, me meto en la habitación y puedo estar ahí durante horas sin problema. ¿Por qué? Por que ustedes me han compañía.
Las amo, gracias por apoyarme, por ayudarme, por escucharme, por estar pendientes de mí.
No sé cómo agradeceros esto. Sois las únicas personas que tengo a mi lado, estoy sola. Si no fuera por vosotras, yo, no sería nada. Ni siquiera estaría en este mundo. Me han hecho fuerte.
✿ Not a warrior. ✿
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