De Aurora a Embajadora

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Han pasado varios días desde que ví a Natalia y Percival discutir, sin embargo a pesar de la amenaza de Natalia, Percival no se me ha acercado ni me dirige la palabra, inclusive me evita.

Hoy sin duda fue un mal día, fallé en una misión, no estaba concentrada en lo que hacía y por mi culpa un inocente murió. Después de entregar mi reporte a mi jefe no pasaron ni 10 minutos cuando me dijeron que Graves queria verme en su oficina.

Estaba por entra a la oficina cuando escuche algo que me dejo helada.

- Escucha Percival si he sido tolerante con ella es por ti, entiendo que es tu mujer pero desde el incidente que tuvieron ha cambiado, es muy distraida, no se concentra y mira las consecuencias que tuvo eso, un mago inocente murió.-exclama Roth furioso.

- Lo sé amigo y me haré cargo, lo prometo.-lo escucho decir tranquilamente. Unos pasos vienen hacia la puerta por lo que me escondo. Veo salir a Roth furioso, una vez que se aleja entro a la oficina, Graves esta sentado en su silla, notablemente exasperado, se soba las sienes con las manos.

- ¿Querias verme?-pregunto en voz baja con miedo.

- ¿Qué te paso hoy __________?-pregunta cansado.

- Fue un accidente-es todo lo que digo en mi defensa.- Las cosas se salieron de control y....-comienzo a explicar pero el pone un dedo sobre sus labios en señal de que guarde silencio y eso hago.

- Deme su placa de auror y vaya a su oficina a recoger sus cosas, desde ahora trabajará en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional como embajadora de México-explica dejandome atónita.

- No, Percival no me puedes hacer esto, soy una aurora no una embajadora.-trato de convencerlo, el me mira con decepción.

- Es lo mejor cariño, creí que estabas lista para ser auror pero me equivoqué, y un inocente pagó por mi error.

Salgo de su oficina sin decir nada más, muchos sentimientos brotan en mi interior, furia, tristeza, decepción de mi misma. Solo cometí un error y me echó, tal vez solo quería un pretexto para removerme de mi cargo y "ponerme a salvo" como tanto insiste.

Llego a mi oficina y comienzo a guardar mis cosas sin decir una sola palabra. Tina se acerca a preguntar lo que pasó pero no la escucho, estoy tan furiosa que en este momento me desquitaría con ella aunque no sea Graves y no quiero eso, no quiero tambien tener problemas con mi amiga.

Salgo de ahí bajo la atenta mirada de mis compañeros pero con la frente en alto. Igual que el primer día tengo que preguntar donde queda el departamento al que fuí asignada. Una vez que llego me reporto con mi superior, gracias a dios habla español pues proviene de Chile. Me presento con los demás embajadores y me asignan mi oficina, al menos aquí no tengo que compartirla con nadie, es pequeña pero solo mía.

Al final del día salgo hacia mi casa pero Tina y Queenie me interceptan y me llevan a un restaurant para que hablemos, les cuento todo lo que pasó.

- Tal vez debiste aceptar la propuesta del Ministerio de Mágia de Inglaterra.-comenta Queenie con tristeza. Entonces recuerdo porque no acepte, por él.- Si Graves quiere perder la oportunidad de estar juntos es su problema, no puedes detener tu vida por él, y si aquí no tienes el puesto que mereces pues deberias buscar en otra parte, tal vez en Inglaterra.

- Escuche que la vacante que te ofrecieron aún esta disponible, Niklaus intentó ocupar la vacante pero no lo aceptaron.-dice Tina y las tres reimos.

- De todas formas, no me ofrecieron el puesto por mi talento sino por influencia de Graves y si ellos saben lo que pasó hoy, no que querran.-respondo triste, debí aprovechar esa oportunidad, ahora le quede como el perro de las dos tortas, sin una ni otra. No soy aurora aquí ni en Inglaterra.

- Enviales una carta, preguntando si el puesto esta disponible aún porque estas interesada.-recomienda Queenie. No es mala idea, despues de todo no pierdo nada con preguntar.

- Tienes razón, gracias chicas.-respondo y les doy un abrazo a ambas.

- Ves, no te cierres. Tres piensan mejor que una-me regaña Tina. Me despido de ellas y camino hasta mi apartamento, de nuevo siento la presencia de alguien siguiendome pero lo ignoro, sabiendo que es Graves.

Al llegar me ducho, pongo mi pijama y escribo una carta al Ministerio que envío con una lechuza que me regaló mi mamá hace tiempo, luego me voy a dormir.
A la mañana siguiente el sonido de la ventana me despierta, es Tinker que ha vuelto. La dejo entrar y deja una carta sobre mi cama, le doy un pedazo de pan y se va a su jaula a comerlo. En la carta leo que él puesto esta aún disponible y ya que acepté me esperan dentro de dos semanas.
Ya no hay marcha atrás.

Al llegar a Macusa lo primero que hago es ir a la oficina de Graves, entro sin tocar y me doy cuenta que aún no ha llegado, así que me siento a esperarlo. Pasan alrededor de 15 minutos hasta que lo veo entrar tambaleandose, sonríe al verme, algo anda mal.

- Ah pero mira quién esta aquí, hola amor ¿has venido a verme?.-pregunta con picardía. Sin duda alguna algo no esta bien, me acerco a él y noto que apesta a alcohol.

- ¿Estas borracho?-pregunto confundida. Percival hace un puchero y una señal con la mano indicando que solo un poco, se tambalea mucho así que paso su brazo sobre mis hombros y lo ayudo a sentarse, pero cuando trato de alejarme me toma de la cintura obligandome a sentarme en sus piernas.- Graves sueltame.-ordeno pero el niega como niño chiquito.

- Solo si me das un beso

- Hablo enserio Graves.-digo pero el no hace nada.- ¡maldita sea Graves suelta...-comienzo pero el me toma de la nuca acercandome hasta chocar nuestros labios, me besa bruscamente y trato de separarme pero por más que lo empujo no me suelta, me aprieta contra el y es tan brusco que me lastima. Cuando finalmente me deja libre trato de darle una cachetada pero ni borracho le fallan los reflejos pues me detiene tomandome de la muñeca.

- Tranquila amor.-dice riendo.-Solo disfruta.-trata de volver a besarme pero lo empujo, no puedo levantarme pues me sostiene de la cintura.

- No, no te vayas-dice como niño pequeño.

- Graves hablo enserio, ¡ya basta!-grito harta de esta situación, si algo no tolero es tratar con borrachos.

- ¡No! Si te suelto te iras a Inglaterra.-eso me deja helada, ¿cómo..- no te puedes ir, tu eres mia.-dice berrinchudo y me abraza obligandome a recargar mi cabeza en su hombro, alcanzo a ver su varita que sobresale de su saco y la tomo, le lanzo un hechizo que lo deja aturdido unos segundos y aprovecho para librarme de su agarre y levantarme de sus piernas. Escucho que alguien toca la puerta, oh oh.

- ¿Percival, estas ahí?.-pregunta Roth antes de que pueda decir algo el entra. Nos ve a mí y a Graves sucesivamente, este comienza a reirse a carcajadas como loco por lo que Roth lo mira extrañada.

- ¿Qué le has hecho?.-pregunta Roth.

- No le hice nada, está borracho.-explico, Roth se acerca a Graves, le dice algo en voz baja y toma del brazo, sin embargo Graves se suelta de un manotazo.

- ¡No! ¡Dejame, no ves que estoy con mi mujer!-grita, esto ya es demasiado.

- Mondragón ayudame a convencerlo de que vaya a su casa a ducharse.-pidé Roth desesperado.

- Sabes que, yo ya me voy, no soy niñera y mucho menos de un borracho.-digo antes de salir. Jamás creí ver a Graves en ese estado y admito que me decepcionó.

Me quedó la duda de como supo Graves que me iré a Inglaterra, solo Queenie y Tina lo saben, ¿Habrá interceptado una de las cartas o me siguió y me escucho hablar con ellas?.

Mi Jefe (Percival Graves y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora