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Ha pasado tiempo desde que estoy en este puto lugar, es muy frío y callado. De vez en cúando puedo ver a las enfermeras pasar por el pasillo pero nunca me prestan atención, estaba harto de este lugar y de esta gente, necesito salir de aquí de una u otra forma.
Miraba mi cuarto totalmente blanco imaginando como podría irme pero de repente tocaron la ventanilla con fuerza.

—Juan tienes visitas, saldrás y las recibirás; sabes que sí intentas algo hay seguridad y pueden tomar medidas en el asunto, así que sólo comportate.— Ordenó el médico, tomó su gran bonche de llaves y escogió una color plata con un número y una inicial; -01J- era el número de habitación y mi inicial. Introdujó la llave en el cerrojo pero pude escuchar algo más que el ruido del cerrojo, escuché de nuevo su voz.
-Sigues aquí pudriendote por lo que me hiciste- Solía oírlo en momentos pero me daba igual, normalmente no respondía nada.
El médico abrió la puerta y la luz me deslumbró en los ojos, me tomó del brazo y me llevó a la sala de visitas; al entrar mi madre y mi amigo Jose estaban ahí esperandome, entré, me senté y me miraron fijamente  comenzando a hablar mi madre.

—Hijo....¿Cómo estas?.— Y acá estaba con ellos y sin ánimos de nada, ni de vivir, sólo quería sentir de nuevo esa agradable sensación.

Bien.— Contesté seco, no quería estar mucho tiempo con ellos.

—No parece, estás muy pálido y delgado, tienes que comer y tomar tus medicamentos.—Bla bla bla, ella no se preocupa, sólo aparenta y ya estoy hasta los huevos de ello.

Ehh Juan, yo sé qué no quisiste dañar a nadie y estamos buscando la forma de sacarte de acá, pero necesitarás igual el tratamiento médico.— Jose se le uné a mi madre para hablarme, querían que reflexionará, no saben que eso no ocurrirá. —Tú que mierda sabes....no sabes nada de mí y no necesitó ningún puto tratamiento, yo estoy bien, los locos son ustedes y ya vayansé o me iré yo.— Los miré fijamente y por debajo de la mesa jugaba con mis manos por la ansiedad.
—Son tan ilusos, tú nunca cambiarás, no quieren entender que tú enfermedad para ti no lo es; ellos no saben que tú lo hiciste porqué quisiste— Su voz hacía de nueva cuenta presencia en mi cabeza pero nunca le daba mucha importancia. Me levanté y me fui de la habitación dejandólos atrás, entré a mi habitación y enseguida llegó el médico. — Juan ¿porque te has ido?, tu madre se quedó llorando desconsolada, tienes que seguir el tratamiento y pronto saldrás de aquí.— Era una buena noticia; así que seguiría el tratamiento y saldría de aquí sin problemas y sin cometer más errores.

A veces mientras miraba el techo grisaseo venían a mi cabeza recuerdos de nosotros juntos, no sé si enserio había cometido tal acto ó sólo era un sueño; más bien una pesadilla.
Por ratos eso parecia, sólo un juego en mi cabeza, pero al hacerme estás interrogantes me quedé dormido.

Horas más tarde desperté con un dolor de cabeza que me estaba, literalmente matando. Un médico distinto entró y me revisó el cuerpo; supongo que para ver si no me he estado haciendo daño, escribió algo en su cuadernillo y al alzar el rostro no podía creer lo que veía; era tan idéntico a Miguel, me quede boquiabierto y él sólo me dedicó una sonrisa y salió del lugar.
Me senté en la cama y me quedé viendo fijo a la puerta en completo silencio.
Parece que ya has perdido la rienda de tu vida, has cometido errores y yo sé que estás arrepentido en el fondo pero no haces nada para reparar los daños, dimélo a mi; tus errores me han dañado pero aún así no te guardo rencor, pues eres, fuiste y serás el amor de mi vida.—
Esas palabras retumbaron en mi cabeza provocando que yo sonríera inconsiente, sentí una mano pasar por mi espalda y un escalofrío recorrío mi cuerpo. —Zarcort yo......yo no quería dañarte, pero tú me orillaste a hacerlo.— Por una parte sentía que no fui culpable pero por otra sentía que yo era el único culpable.

Kronno, tú lo hiciste.....¡Tú me mataste!.—

¡QUE TE CALLES MIERDA! YO NO SOY UN ASESINO.....no.....no.....yo no soy eso.......no lo soy....no soy......no lo soy.— No pude evitar tirarme al piso y comencé a llorar, me dio un ataque nervioso, tomé un cuchillo de los que traen la bandeja de comida que escondí y lo enterraba una y otra vez en la almohada, lo lanzé lejos y me senté recargandóme en la pared colocando mis manos en mis oídos intentando silenciar las voces que resonaban en mi cabeza.

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Hola :3 como ven esto es distinto a lo que normalmente escribo, me hace ilusión escribir esto :3 espero sea de todo su agrado y nada.....esta fic será a veces de unos cáps cortos y otros largos :) Gracias y Baif (es mi regalito de navidad casi juapos ) <3

~La vida es dura y más cúando te han dejado solo.

Esquizofrenia ~ZarcronnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora