Esquizofrenia ~Zarcronno

#7

No soporté la escena que estaba viviendo, solté a Katia y regresé corriendo al departamento por mis ropas, traté de calmarme rápido y regresé a pie a mi casa, al llegar busqué rápidamente una navaja y me encerré en el cuarto de baño; me senté en el piso y hice un pequeño pero profundo corte en mi muñeca,que fue seguido por varios más grandes, salia de a poco sangre, fluía sin temor, y eso me tranquilizaba a la par que me incitaba a matar a alguien, quién fuese, pero no lo haría, mientras pensaba una solución para esté martirio se hacía borrosa mi vista y no tardé en perder el conocimiento.

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—¡Kronno! ¡Despierta!— Escuché a lo lejos, no sabía si era ensueños o realidad, como pude abrí los ojos y vi una silueta familiar, pero no sabía aún de quién se trataba. —¡Joder Juan, eres un idiota! ¡JUAN!— Me sacudía cuidadosamente, logré aclarar mi visión y no podía creer de quien se trataba, -¿Como dio conmigo?- pensé. —Maldito idiota, tengo que llevarte al hospital, has perdido bastante sangre — Me tomó en sus brazos con dificultad y me dejó en el sofá y salió del apartamento, yo me sentía tan débil que no podía mantener mis ojos abiertos por lapsos largos, los cerré y sentía cómo si me hallase en un tornado, el mareo era tan fuerte que incluso quise vomitar, volví a escuchar aquella voz y me tomaron en brazos de nuevo.
En los momentos consientes que tenía podía ver que estábamos yendo a algún lugar, el hospital seguramente, lo odiaba, ¿Porqué me encontró? ¿Cómo me encontró? ¿Porque no me dejó morir?, era una bazofia y no merecía estar en este puto lugar, la última vez que logré abrir mis ojos vi una especie de habitación y volví a desmayarme.
Desperté en un lugar extraño, colores claros pero apagados, traía mi ropa favorita pero igualmente opaca, decidí caminar y entré a la primera habitación que encontré, había un gran ventanal y un sofá individual, me senté y miré hacía el otro lado del gran cristal y era todo opaco, un paisaje; el paisaje donde....donde tuve mi primera vez con.....con...Miguel.
Los recuerdos comenzaron a venir a mi mente cómo ráfaga, sentí unas manos posarse en mi pecho, bajé la mirada y las vi entrelazadas, me sentía nervioso y no sabía qué hacer o cómo reaccionar, decidí no mirar quién era y mantuve mi vista baja, las manos acariciaron mi cara y sólo escuché una voz tenue que decía: Te esperaré, no tardes. El miedo me invadió y sentía electricidad recorrer mi cuerpo; mientras mi sentido auditivo lograba captar gritos y un sonido agudo, cómo un Pitido, y de repente el sonido cambió de continúo a parecer tener movimiento o que sé yo. Respiré cómo pude y me costaba, sentí que ponían algo en mi cara pero esto me dio cómo resultado la respiración menos dificultosa.

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Desperté y de nuevo una luz cegó mi vista, tuve que esperar para poder ver claramente; cuando esto ocurrió esta a decidido, ya no esperaría más y si alguien trataba de detenerme; se la cobraría caro. Me levanté de la cama con vendas en los brazos; me dolía la cabeza y quería lavarme la cara así que me dirigí al cuarto de baño, pero escuche la puerta abrirse así que me quede quieto imaginando que seria alguna enfermera pero no, me llamo una voz masculina y conocida, sabia que era el de nuevo.

-¿Qu-que quieres?.- Musite sin darme vuelta.

-Ayudarte gilipollas, a pesar de que ya no me quieres a tu lado como amigo.- Yo....yo no sabia si confiar en el.

-Vamos Juan, fui alguna vez tu amigo, antes de lo acontecido te quise y lo sigo haciendo, se que no quisiste hacerlo, yo no pienso juzgarte.- 

-Tu que mierda vas a saber, no quiero saber en mi vida sobre ti......¡Lárgate!.- 

-No..no pienso irme,Juan estas mal y no puedo dejarte así, cuando te recuperes me iré y no sabrás mas de mi pero....déjame quedarme a apoyarte ahora-