El dolor es insoportable, no puedo más con esto, incluso si me hiciste prometerte que no lloraría cuando no estuvieses aquí. Aún sueño con el día en el que nos reencontremos y estemos juntos hasta el fin. Sí, creo fielmente que nos encontraremos de nuevo, y estaremos justo como al principio, al inicio de nuestra historia.
No encuentro las palabras necesarias para expresar todo lo que te extraño, no hay luna, estrellas, ni tiempo que transcurra si no estás. Es imposible no llorar, los sentimientos son demasiados para simplemente evitarlos; lamento no cumplir las promesas que tú tampoco lograste llevar a cabo, un para siempre efímero fue lo que nos definió como conjunto. Definitivamente no puedo soportar el dolor que tú partida me causa, ¿Puedes oírme? Te extraño y espero el día en que nos reencontremos, ¿Puedo estar junto a ti? Lentamente me acerco a ti.
Los segundos transcurren como si fueran años, no puedo soportar las emociones que me embargan y me hunden en la más desgarradora tristeza. Todo el dolor por el que he pasado es demasiado, duele demasiado que no estés aquí. Sí, definitivamente sé que nos veremos de nuevo, y al fin podré estar junto a ti, los días inexistentes se alegrarán con tu presencia imaginaria.
Tus caricias, tus besos, tu voz ¿Por dónde debería comenzar? Nada podrá explicar lo mucho que te extraño y lo loco que me vuelve la desesperación. No encuentro palabras para describir esto. Necesito estar a tu lado. "¿Me dejas quedarme?" pregunto cada vez que te sueño, sólo para despertar horas después con un amargo sentimiento de melancolía ahogándome por completo. Tal vez sea el alcohol con el que cubro tu partida, ya no lo sé, pero cada día transcurrido te alucino más. Te extraño locamente, te necesito a mi lado, el dolor por el que he pasado es demasiado, lamento no ser capaz de honrar tu promesa, lamento no ser capaz de seguir sin ti.
Déjame estar a tu lado, déjame quedarme a tu lado ¿Puedo hacerlo? Necesito estar a tu lado, te extraño demasiado y me es imposible el soportarlo. Extraño aquellos hermosos ojos azules que me miraban con devoción, con la misma devoción con la que aún te amo. Aquel cabello platinado que tanta falta me hace mirar, tu hermosa y cálida voz aclamando mi nombre, alargando cada letra y acariciándolas con la más dulce de las melodías.
Ahora que tú cumpleaños se acerca me encuentro peor, observar la nieve me hace recordar aquellos días en los que patinábamos juntos, días en los que la dicha y felicidad nos embriagaba, justo como ahora ahogo mis penas en vodka.
Una, dos, tres botellas caen al suelo y aún soy incapaz de hacerlo, necesito verte, te necesito a mi lado más que nunca, necesito tu presencia inundándome de calor y amor; necesito cuidar de ti. "¿Puedo quedarme?" suplico cada vez que te veo. "Te extraño demasiado" menciono en un susurro mientras ahogo el inminente llanto.
El llanto no cesa, mis lágrimas caen sin sentido alguno, mis sentimientos se desbordan de manera inminente, no soporto el frío invierno sin tu presencia a mi lado. Me aferro a tu fotografía, a tus recuerdos y sobrevivo a base de ellos, es lo único que logra calmar mínimamente mi depresión, para más tarde volver a sentir la asfixiante histeria que causa tu vacío.
No, ya no puedo soportarlo más, te necesito justo ahora. He tomado una decisión, aprovecharé las botellas que aún quedan. Lentamente el fuego consume todo a mi alrededor, las llamas me proporcionan el calor necesario para tranquilizar mi mente, el reloj comienza la cuenta hacia atrás, mientras las memorias me embargan mis pulmones de llenan de humo, del humo que me acerca a ti. ¿Puedo quedarme y cuidar de ti? "Lamento haber roto nuestra promesa" concluyo con una sonrisa mientras nuestro reencuentro inminentemente me aprisiona.
Sí, sabía que llegaría el día en el que nos reencontraríamos de nuevo, y que mejor fecha que tu cumpleaños.