Pasaron los días, y si lo veía en la escuela me intentaba hablar, pero mis amigas no dejaban que hablara con el, y yo si quería hablarle pero sabía que estaba mejor así, y así pasaron los días sin hablar con el, sin entender cómo fue que me hizo esto de nuevo, sin saber que le había hecho yo para merecerlo.
Poco a poco, cada día que pasaba, Max dejaba de intentar hacer algo para hablarme, y pude entender que era lo mejor.
Pasó un mes y me sentía mucho mejor por lo que había pasado, ya no me importaba el me miraba y me trataba de sonreír, yo solo lo ignoraba, creí que era lo mejor.
Un día estaba esperando que salieran mis amigas, y Max se acercó a mi, yo lo miré, el sonrió, y yo agache la mira (como siempre lo hacía) el se sentó a mi lado y me dijo
+Lízbeth, perdóname, no la quiero dejar y no la quiero lastimar, pero también quiero estar contigo.
•¿y si me puedes lastimar a mi? ¿Eso no te importa?
+Se que fui un estupido, y la verdad no sé que hacer, no quiero perder a ninguna
•Pues creo que tienes que elegir, porque créeme que me estás lastimando como nunca nadie lo había hecho.
En ese momento llegaron mis amigas y no dijo nada, sólo yo le dije al momento de pararme
•Piensa bien lo que quieres.
Y me fui con mis amigas ya no dijo nada.
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El amor lo es todo, menos sencillo (Editando)
RomanceTípica chica de preparatoria llamada Lízbeth, que solo tenía a sus tres mejores amigas y un mejor amigo y que nunca se había enamorado, hasta que conoció a un chico llamado Maximiliano, que hizo que su vida cambiará totalmente.
