Introducción

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BaekHyun estaba aburrido en casa, los chicos lo habían dejado solo en el salón jugando League of Legends y ya estaba aburrido de aquello, porque demonios, la cosa se suicidaba sola, no era que él fuera un mal jugador, jamás. Por eso, frustrado, se levantó de la silla giratoria y se tiró sobre el sillón boca abajo emitiendo un chillido agudo que se ahogó contra un cojín a flores que JunMyeon tuvo la osadía de comprar y colocar allí porque necesitábamos cojines nuevos y estos estaban de oferta, cállate y aprecia que tienes donde apoyar tu cabeza. O algo así le dijo a SeHun cuando se quejó del estampado poco varonil y de cómo tenía las narices de decirle ahora al mundo que EXO era un grupo masculino.

Pero a BaekHyun le importaban un carajo los cojines y él se estaba aburriendo demasiado. Podría haber intentado hacer algo productivo como ver un documental, practicar alguna canción o incluso ver una película, pero en cambio, se preguntó dónde demonios estaba ChanYeol y por qué no estaba con él.

Con renovadas energías y una sonrisa traviesa, se levantó y caminó por el pasillo hasta la habitación que compartía con su novio. Ni siquiera tocó a la puerta, pese a que una de las normas claras de la casa era precisamente esa, para evitarse luego que JongDae gritara cosas como oh, joder, mis ojos, ¿no podían esperar, bastardos? Pero bueno, esta era también su habitación y él no tenía por qué tocar para poder entrar. A fin de cuentas, a veces ocurrían escenas como las que tenía ahora frente a sus ojos y BaekHyun agradecía mucho estar vivo, tener una buena visión y sobre todo, ser dueño de ese tipo caliente que estaba desnudo de cintura para arriba, eligiendo qué suéter ponerse.

BaekHyun cerró la puerta, se apoyó en el marco y se cruzó de brazos, relamiéndose los labios. No sabía si le gustaba más ver la espalda de ChanYeol o su torso, porque tenía hombros anchos y brazos fuertes por el ejercicio, y BaekHyun solía encontrarse en dilemas existenciales sobre en dónde poner su lengua primero cuando tenía al tipo tan desnudo delante de él.

—¿Has terminado de devorarme con la mirada?—preguntó su novio, girándose para darle una vista mejor de sus abdominales. —BaekHyun, mis ojos están unos cuantos centímetros más arriba.

—Sé dónde están tus ojos, pero estoy mirando algo más interesante. —bufó el chico de buen humor, apartándose del marco de la puerta.

—Ya veo. —chasqueó la lengua él. —¿El rojo con renos o el verde a rayas?

De repente, dos suéteres gruesos, calentitos y muy navideños estuvieron frente a su cara, tapando parte de la piel de su novio y desconcertando a BaekHyun por unos segundos.

—¿Qué diablos es eso?

—Ropa. Suéteres. Elige uno.

BaekHyun resopló.

—Elegir ¿para qué?

—Para vestirme.

—No tienes por qué vestirte, de hecho, venía con toda la intención de desnudarte. —le soltó con tono atrevido, dando otro paso más cerca de ChanYeol.

El alto rodó los ojos, pero podía ver que estaba divertido con sus palabras.

—Hablo en serio, BaekHyunnie.

—Yo también, ChanYeollie.

Otro paso, las manos de ChanYeol cayendo a ambos lados, un dedo de BaekHyun recorriendo el pecho del chico y la sonrisa de bastardo dibujándose muy claramente en sus labios.

—Es Nochebuena.

—Por eso, tengamos una noche buena. —alzó las cejas dos veces, sugerente, haciendo el mal chiste.

ChanYeol procuró no volver a rodar los ojos.

—BaekHyun, tómate esto en serio.

—Me has dado a elegir entre un suéter con renos y uno con rayas, ChanYeol, no puedes culparme por quererte desnudo en vez de con esa mierda.

—No puedo salir a la calle desnudo ni ir a ver a mi madre así.

—Son las doce de la mañana, ChanYeol, no vas a salir hasta dentro de muchas horas y mientras tanto, podrías hacer algo bueno como entretener a tu novio.

Él alzó las cejas. Las manos del tipo rodearon su cintura y BaekHyun sintió que había ganado por la sonrisa atractiva de ChanYeol y la forma en la que lo miró, con ojos brillantes y tan intensos que lo hacían derretirse.

—¿No estabas jugando?

—Lo estaba.

—Pero perdiste. —completó él la frase, riéndose.

BaekHyun hizo una mueca de desagrado.

—Me aburro.

—Eso podemos arreglarlo.

ChanYeol se inclinó y le dio un beso, lento, suave y dulce, muy dulce, como todos los besos del tipo. BaekHyun enredó sus manos en su nuca, extasiado, suspirando contra su boca y nunca cansándose de esos besos tiernos de ChanYeol, porque lo hacían sentir especial, único y tan bien que podía volar, o algo así.

Sin embargo, ChanYeol se separó muy rápido, una sonrisa traviesa adornando su rostro y BaekHyun tuvo un mal presentimiento cuando el suéter rojo de renos cubrió la piel desnuda de su novio que él quería lamer.

—¿Qué haces?

—¿No estabas aburrido? Voy a entretenerte.

ChanYeol cogió entonces un libro y BaekHyun lo miró con el escepticismo pintado en su rostro.

—¿Estás de broma?

—Te he comprado un suéter a juego con el mío. —le respondió ChanYeol, tirándole otro suéter rojo con renos para él y dándole una sonrisa burlona. —Ven, Baekkie, siéntate mientras te cuento historias de amor.

BaekHyun observó a su novio. ChanYeol se había sentado sobre la cama, palmeó entre sus piernas para que se sentara y tenía entre sus manos el dichoso libro de cuentos extraño que creía que tenía sus caras en la portada. Un segundo.

—¿Qué demonios...?—exclamó acercándose y mirando el libro.

—Nos lo han enviado las fans, las firelight—explicó su novio con un brillo travieso en su mirada.

—¿De verdad prefieres leer eso a jugar conmigo?

—No he dicho que no vaya a jugar contigo después y a darte una noche buena, BaekHyunnie. —le dijo roncamente, tirando de él para que se acercara a su boca y poder darle otro beso candente y muy corto. —Pero primero tienes que ser un buen chico.

—Te odio, ChanYeol.

—Yo también te quiero, BaekHyun.

Pero él se puso el estúpido suéter, se sentó entre las piernas de ChanYeol y leyeron juntos el ficfest Navideño que le habían enviado las fans.

***

A disfrutar~

1er Ficfest CBH614Donde viven las historias. Descúbrelo ahora