CHRISTIAN
Detallo todas las facciones y gestos de la señorita Steele, y es una niña hermosa ahora que la veo al natural y sin todo ese lodo en su rostro, labios gruesos, los ojos más hermosos que he visto en mi vida, y se sonroja cada vez que me mira. Ella despierto algo en mi, un instinto de protección. Es delicada, tan pequeña y frágil como una porcelana.Ella y Mia se sorprenden por lo que digo. Esta última porque yo, el hermano que ella pensó que era gay o célibe jamás ha permitido que nadie viva con él -a excepción de mis guardaespaldas y ama de llaves- debido a las malditas pesadillas en las que me levanto gritando y bañado en sudor, sumándole a eso lo ogro que a veces puedo ser.
- No puedo hacer eso señor Grey, se ha tomado demasiadas molestias conmigo. ¿que pasara con la casa y todas las pertenencias de mi familia? Que ahora son mías. - dice a punto de llorar. Es obvio que para ella tienen un valor sentimental muy grande.
-Traeremos todo lo que quieras de allí pero no pienso dejarte volver a esa casa Anastasia. No se como has conseguido mantenerte tan aislada del mundo y pasando hambre - mi tono de voz es severo, no la imagino en ese lugar de nuevo para que su situación médica empeore. Creo que la intimido y me arrepiento al instante, me siento mal pero mantengo mi rostro impasible -además eres menor de edad todavía, por lo que a partir del momento en que salgas de este hospital te trasladaras al Escala y estarás bajo mi cuidado
Sus mejillas adquieren ese tono rosado y es malditamente linda, tal vez se deba a que está avergonzada pero no tiene porque. No pienso dejarla sola a su suerte. Quiero tomar esa responsabilidad y que ella no se preocupe por nada.
- si Ana, aunque él no es la mejor compañía por su mal carácter al menos estarás en buenas manos - le dice Mía
Ella me mira fijamente y dejo de respirar, sus ojos azules como el cielo me hipnotizan y de alguna manera me hacen sentir incómodo lo que es una novedad, nadie ha logrado intimidarme nunca, pero siento que ella ve más allá de la armadura invisible que he adquirido todos estos años y ve mi dolor.
- está bien - ¡gracias mierda! ella cede y yo suelto un suspiro de satisfacción que no dejo ver mientras mi pequeña hermana se alegra.
- bien, ahora que las cosas están claras... - de mi cartera saco la tarjeta de crédito Amex y se la entrego a Mía - esto es para que compres algo para ella, no te límites. - y luego volteo a ver a Ana. - vendré por ti mañana en cuanto te den de alta.
Me despido de ellas no sin antes tocar suavemente la mano de ella, que retiro al instante por una fuerte electricidad que recorre hasta mi médula y me deja sin aliento, y salgo sin más para encontrarme con Taylor esperándome.
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ANASTASIA
Ya no tengo a nadie más en mi vida, todos están muertos, mis padres mi tía Carla y desde luego no tengo abuelos.
Tal vez en cuanto cumpla la mayoría de edad pueda conseguir un trabajo para cubrir mis necesidades más básicas y no dar tanto problema al señor Grey. Ha hecho suficiente por mi al traerme aquí y pagar toda las cuentas
Cedo a su petición que más bien es una orden, creo ver un atisbo de satisfacción en su hermoso rostro pero lo borra de inmediato volviendo a su semblante serio.
Luego le da a Mía una tarjeta de crédito para comprarme algo y yo me siento mortificada por tanta atención innecesaria. Ella está feliz como si le hubiera dado el mejor regalo de Navidad.
Yo podía traer la poca ropa que tengo en la cabaña pero seguro que al señor Grey le molestaría verme con esos trapos viejos.
Luego se despide de nosotras, el toca mi mano delicadamente y yo siento una corriente recorrer todo mi cuerpo y sacudir mis entrañas, la retira sorprendido y después sale de la habitación sin decir más dejándome con más deseos de su caricia.
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Venus Seductora
FanficDos mundos diferentes, un hombre mayor que lo tiene todo junto con un largo recorrido en su vida y una chica pobre de 17 años que hasta que su tía falleció habitaba en una isla desierta. Christián encuentra a la pequeña Anastasia débil y a punto de...