Capítulo 9: Céfiro renace, el legado que vivirá eternamente

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Presea levantó a Lantís, quien yacía herido en el suelo a causa de los fuertes ataques de Lafarga. Por su parte, Ekaterina, se dirigió hacia donde se encontraba el cuerpo de Clef; mientras Ferio y los demás observaban atónitos.

— ¡Que las almas de los caídos se pongan en pie y regresen a sus cuerpos! —exclamó con gran voz la hermosa peli castaña.

En ese momento, de los cielos, comenzaron a caer cuatro luces blancas y brillantes; una de esas luces se introdujo en el cuerpo del difunto Clef, dejando perplejos a los presentes dado que lo siguiente en mirar fue como el hechicero se ponía en pie poco a poco.

—Así que la hora de despertar de ese hechizo maligno llegó —dijo Presea.

Los guerreros de Céfiro, en los cuales se encontraban: Lantís, Ferio y sus tropas, quienes quedaron asombrados al mirar como Clef se reincorporaba y recuperaba su vida una vez más.

— ¡Esto jamás en mi vida lo había visto! —exclamó un sorprendido Geo.

— ¿Quién es esta mujer que tiene el poder de despertar a los muertos? —Profirió Ferio.

En ese momento Clef observó a todos en su entorno.

— ¿Qué ocurre en este lugar? —Preguntó desconcertado.

— ¡Maldito! ¡No te hagas el desentendido! —Gritó un furioso Ferio.

—No te comprendo amigo. ¿Por qué me hablas de ese modo? —Preguntó Clef.

Ekaterina tranquilizó al peli verde mientras los demás se quedaban serios esperando alguna explicación al respecto.

—En este momento recordarás todo lo sucedido mago Clef, y te aseguro que ese será tu justo castigo a causa de tus debilidades pero nada más, pues tú no eras libre de tus actos, al igual que tus seguidores.

Después de decirle esas palabras a Clef, Ekaterina lo tomó de su cabeza y de inmediato éste comenzó a recordar todo lo sucedido.

— ¡No es posible, ahora lo recuerdo todo! —Expresó el hechicero—. ¡Cómo pude hacer todas esas atrocidades a mis propios amigos!

—No es tiempo de estar pensando en eso, pues el fin de que hayan vuelto a la vida es por una razón más importante —dijo Katya—. Esa razón es la de mantener unido este mundo hasta que su pilar regrese, eso si es que no muere en su lucha en contra de los seres que controlaron a Clef.

—Ya comprendo, es por esa razón que regresamos a la vida. Con gusto aceptó ese mandato, aunque sé bien que ni con eso borraré de la mente de los habitantes de Céfiro lo que mi debilidad les provocó.

—Ustedes hablan como si Clef no hubiese sido el único en volver a la vida —dijo Ferio.

—Eso es porque nosotros también hemos regresado.

Tres voces conocidas se escucharon a los lejos, eran nada menos que Caldina, Lafarga y Ascot, quienes se aproximaban al lugar donde se encontraban sus compañeros.

— ¡Es increíble! —Grito Ferio—. ¿Cómo es que todos ustedes están aquí si yo los vi caer muertos? ¡Incluso sepultamos a Caldina!

—El poder de esa mujer llamada Ekaterina nos regresó el espíritu de vida. Es por ello que estamos de vuelta —respondió Caldina—. Y gracias a ello de igual forma alguien más regresó conmigo, alguien a quien cruelmente asesine y a causa de eso deje a una mujer sin su esposo y a un hijo sin su padre. Teneos ha vuelto a la vida y ahora está con su familia nuevamente.

Las Guerreras Mágicas: El legado de Céfiro continúaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora