😽 Primer miau 😽

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Fue la semana antes de Navidad, cuando en toda la casa no se movía ninguna criatura, ni siquiera un ratón. Las medias eran colgadas por la chimenea con cuidado, con la esperanza de que Santa pronto estuviese allí. Los niños estaban acurrucados en sus camas, soñando con regalos y dulces en formas de bastoncillos.

Estaba nevando en silencio y nadie estaba afuera, simplemente todo el mundo tenía demasiado frío. La mayoría de la gente estaba en el interior de sus casas, acurrucada en sus sofás cerca de la chimenea, bebiendo chocolate caliente y viendo películas de Navidad cursis.

Así como Yìxīng y Junmyeon.

Después de poner a su hijo Jongin a dormir, decidieron mirar "Fred Claus". Así es como terminaron acurrucados en el sofá juntos. Los besos robados ocurrieron aquí y allá, y las manos traviesas estaban empezando a involucrarse. Pero antes de que algo pudiera pasar, el teléfono de Yìxīng sonó.

Llamada entrante de 'Minseokie'

—¿Hola?

—¡Hey, Xingie! Solo quería preguntar si todavía teníamos planes para hacer la cena de Navidad en tu casa.

—¿A la una de la mañana?

—Jeje, lo siento. ¿Así que...?

—Sí, pero tienes que ayudarme a cocinar, ¿de acuerdo? No puedo hacer la cena para cinco niños por mi cuenta.

—¡Por supuesto! Le diré a Jongdae mañana, ok, ¡adiós! ¡Te echo de menos!

—Te extraño demasiado, Min —dijo Yìxīng antes de presionar el botón de llamada final. Se volvió hacia Junmyeon con una mirada de disculpa—. ¿Podemos hacerlo otra noche, cariño? Ya no estoy de humor.

Junmyeon resopló infantilmente. Se levantó del sillón y se marchó enfurecido.

—¡No esperes nada de mí durante una semana!

Yìxīng se rio de la conducta infantil de su marido.

—¿Qué clase de hombre de veintiocho años es él? —murmura para sí mismo mientras sigue a su marido por las escaleras.

❤️🐻❤️

La mañana siguiente llegó demasiado rápido cuando Jongin, de cinco años, se apresura a bajar las escaleras con entusiasmo.

—¡Papi! ¡Mami! Es casi Navidad, ¿puedo escribir una carta a Santa ahora? —pregunta. La Navidad era la fiesta favorita de Jongin porque podía comer bastones de caramelo y galletas.

—Por supuesto, cariño —Junmyeon contestó a recoger a su hijo—. ¿Vas a pedir ese oso de peluche que querías? —preguntó al niño que estaba ocupado chupando su pulgar de forma tierna. Su pregunta hizo que Jongin dejara de chuparse el dedo y empezara a retorcerse para que lo suelte.

—¡Papi! Ya no soy un niño, ¡ya tengo cinco años! —exclama Jongin frunciendo el ceño —. ¿Ves? —Sostuvo el número cinco con sus dedos minúsculos mientras seguía haciendo pucheros lindos—. ¡Y pediré lo que los chicos grandes siempre quieren!

—¿Ah ,sí? ¿Y qué es lo que siempre quieren? —le pregunta su otro padre (riéndose, porque su hijo de cinco años pensaba que ya era un niño grande), mientras caminaba hacia Jongin con un plato de galletas en una mano y una taza de leche en la otra. Yìxīng acababa de hornear tres lotes de galletas, que eran para sus vecinos.

Jongin miró a su papá con ojos brillantes.

—¡Un gatito!

Ambos padres se quedaron atónitos ante la respuesta de su hijo.

Mi Purr-fecta Navidad » KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora