Te dije que volvería (Harry y tu) TERMINADA

Capítulo 4

Miré hacia la puerta de entrada para ver si Harry aparecía, pero en vez de verlo a él vi a Steve, su mejor amigo, con el cual partió hacia Afganistán para luchar, me dirigí hacia él corriendo a toda velocidad para preguntarle por el viaje y sobre todo por Harry.

- ¡Steve!- grité desde el otro lado del aeropuerto para que me oyera, ya que había mucha gente que se reencontraba con sus familias, otras que esperaban con preocupación y otras llorando por la muerte de sus seres queridos.

- ¡_____! Suerte que te encuentro, te tengo que decir algo, antes de que te enteres por el ejército.- lo miré preocupada, primero Harry no aparecía por ninguna parte y ahora Steve me tenía que decir algo importante, esto no iba bien.

- ¿El qué? ¿Ha pasado algo?- le dije nerviosa.

- No es fácil decirte esto, pero, a unos nueve meses en el ejercito fuimos a una misión en el desierto, nos distribuimos en dos grupos para atacar al enemigo, ganamos la pelea pero al hacer el recuento de reclutas nos faltó Harry, lo fuimos a buscar por todos lados, pero no lo encontramos, el capitán lo dio por muerto, pero aún no se ha encontrado su cuerpo, así que no sabemos en qué paradero está.- al oír esas palabras mi ser se rompió en dos, nunca volvería a ver a mi prometido, si si prometido, al cual quise, quiero y querré siempre. Me quedé en “estado de shock”, mis lagrimas empezaron a salir de mis ojos, no las pude retener conmigo ni a Harry tampoco.- Pero pude recuperar esto,- dijo Steve mostrándome un sobre con mi nombre en este- lo encontré en el armario de Harry, me dijo que si le pasaba algo y yo sobrevivía que te diera esta carta.

- Gracias, bueno, cuídate mucho Steve y si sabes algo nuevo avísame por favor- le dije mientras miraba el sobre lleno de papeles.

- De nada, y tranquila si me dicen algo serás la primera en saberlo- me respondió mientras me abrazaba.

Con las lagrimas en mis ojos me fui hasta mi coche, al entrar en este me quedé mirando al asiento del copiloto, donde se suponía que debería estar Harry ahora sentado. Decidí que no estaba en buen estado para conducir, ya que con las lágrimas en mis ojos no podría ver nada, así que miré el sobre y cogí una serie de cartas. De todas ellas la que más me impactó y que me llamó la atención fue la siguiente.

“11 de Marzo del 2018

Querida ____,

Hoy nos han dado el día libre, estamos en Venezuela y he salido a comprar un regalo para ti, no podrás saber que es hasta que vuelva. Será una sorpresa, te recordaré promesas del pasado y también te propondré nuevas para el futuro. Quiero que sepas que pase lo que pase te voy a recordar, esté donde esté te voy a encontrar y para siempre te voy a amar.

Te quiere y te echa de menos, Harry.”

Me acuerdo perfectamente de cómo me pidió Harry para casarnos y en que condiciones los hizo. Estábamos en la primavera del 2016 teníamos veintitrés años, él se lo pidió por adelantado a mi padre, quería tener su bendición antes de pedírmelo, mi padre le dio su permiso. Dos semanas después de que él hablara con mi padre y nos fuimos los dos a París una semana. Cuando una noche subimos a la cima de la Torre Eiffel, donde había un restaurante. Nos sentamos en unas sillas con vistas a la ciudad, veíamos todas las casas y todos los edificios iluminados, era todo muy romántico. Entonces al acabar de cenar, fuimos un parque de ahí al lado y Harry me pidió matrimonio y yo, como no, acepté.

Empezaron a caer gotas sobre mi parabrisas así que sequé las lágrimas que me produjo la carta y los recuerdos, enciendo el coche y pongo rumbo a mi casa.