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La cara de Jimin se encendio apenas puso un pie fuera del auto.

-¡Que tengas un buen día cariño!- su madre tenia una enorme sonrisa mientras lo despedia.

Sin embargo el pequeño no estaba contento en lo absoluto por lo que solo le dio una mueca incomoda antes de cerrar la puerta del carro y correr hacia la escuela.

Camino con pasos torpes por la entrada y su mirada estuvo todo el tiempo pegada al suelo. Queria refugiarse en su salon lo mas pronto posible: ya escuchaba a la gente hablar en susurros nada discretos sobre el.

"¡Es muy lindo!" escucho que una niña le comentaba a su amiga con una risita.

Sin embargo los chachetes de Jimin se inflaron y no pudo evitar hacer un puchero.¡El no quería ser lindo, solo quería pasar desapercibido! Lo cual obviamente no era posible cuando era el único vestido de algo tan ridículo como un vegetal.

Una lechuga con ojos.

"¡No deberías avergonzarte!" le había comentado su madre esa mañana cuando le servia el desayuno "¡Es muy original!"

Pero era obvio que ella no entendía la gravedad del asunto en absoluto.

Tal vez Jimin debio decirle unas semanas antes que necesitaba un traje, tal vez fue su error avisarle la noche anterior, cuando la mayoria de las tiendas de disfraces estaban cerradas.

Pero nada de eso importaba ya porque habia terminado enfundando en un caparazon caluroso: un ridiculo disfraz que entorpecía sus pasos hacia el salon y solo lo ponia mas nervioso.

Y lo peor fue que ni siquiera cuando entro al salon pudo calmarse, pues atrajo la atencion de todos apenas abrio la puerta.

Debio quedarse en casa.

"Soy una lechuga, soy una lechuga, ¡SOY UNA LECHUGA!" se repetia asi mismo como un mantra mientras dejaba su mochila colgada en una esquina, junto con las de los demas niños. Las lechugas no tenian sentimientos (probablemente), las lechugas no se avergonzaban, y eso era exactamente lo que queria ahora.

Ni siquiera pudo saludar a sus amigos como de costumbre, simplemente se limito a ver el suelo todo el tiempo y sentarse sigilosamente en su lugar.

-¡Jiminie!- lo saludo Taehyung animadamente cuando llego y se sentó a su lado-¡Te ves genial!

El estaba vestido de leon; incluso el niño mas raro, quien se comia trocitos de crayola, pero que al fin y al cabo era su mejor amigo, tenia un disfraz mas decente que el de el.

-¡Soy el único bobo que esta vestido así!- renegó, cruzando sus pequeños brazos sobre su pecho.

Sin embargo el pequeño leon solo pudo fruncir el ceño e inclinar la cabeza:no entendia cual era el problema, pues a su parecer Jimin se veia adorable.

-Soy una lechuga Tae- enfatizo a sabiendas de que su amigo era demasiado torpe para entender-Soy el unico que esta disfrazado de una verdura

Taehyung miro a su alrededor con atención:los demás niños llevaban disfraces comunes, desde superheroes hasta princesas. Era cierto que su amigo destacaba de entre todos, pero para Tae eso seguia sin ser un problema.

-¡Ellos no se verían tan bien como tu Jiminie!-le dijo en un intento de animarlo

-Mentiroso...

-¡Es cierto!- insistió al ver que su amigo poco a poco se calmaba con sus cumplidos-¡Incluso escuche a unas niñas decirlo!

Jimin estaba a punto de dejarle en claro que lo que decían las niñas no contaba porque tenían piojos cuando la maestra entro.

Pero no estaba sola: un niño dienton, disfrazado de conejo estaba con ella. Los susurros empezaron de inmediato con las miradas curiosas al frente.

A los conejos les gusta la lechuga↪jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora