Mi madre y yo vivimos en una granja del siglo XVIII llena de corrientes de aire a las afueras de Seul. Es la única casa en Gangdong-gu, y los vecinos más cercanos están a más de un kilómetro de distancia. A veces me pregunto si el constructor original se dio cuenta de que de todos los solares disponibles, eligió construir la casa en medio de una misteriosa inversión atmosférica que parece aspirar toda la niebla del Rio Han y trasplantarla a nuestro jardín. La casa estaba en este momento velada en unas sombras que parecían espíritus escapados y merodedores.
Me pasé la tarde plantado en un taburete de bar en la cocina en compañía de los deberes de álgebra y Dorothea, nuestra ama de llaves. Mi madre trabaja para la Compañía de Subastas Hugo Renaldi, coordinando subastas de propiedades y antigüedades a lo largo de toda la Costa. Esta semana estaba en Busan. Su trabajo requería muchos viajes, y pagaba a Dorothea para cocinar y limpiar, pero yo estaba bastante seguro de que el contrato de Dorothea incluía el mantener un ojo atento y parental pendiente de mí.
- ¿Qué tal el colegio? - Preguntó Dorothea con un ligero acento alemán. Estaba en el fregadero, frotando una lasaña de una cacerola.
- Cambiamos de compañero en Biología.
- ¿Esto es algo bueno, o algo malo?
- JaeJoong era mi antiguo compañero.
- Hum. - Restregó con más vigor, y la carne de la parte superior del brazo de Dorothea tembló - Algo malo, entonces - Suspiré, de acuerdo - Háblame del nuevo compañero.
¿Cómo es esta chica?
- Es alto, balnco e irritante. - E inquietantemente cerrado. Los ojos de Yoochun eran esferas negras. Absorbiéndolo todo y no ofreciendo nada. No es que yo quisiera saber más sobre Yoochun. Ya que no me había gustado lo que había visto en la superficie, dudaba que me fuera a gustar lo que se escondía en la profundidad.
Solo que esto no era exactamente cierto. Me gustaba mucho de lo que había visto. Músculos largos y esbeltos a lo largo de sus brazos, hombros anchos pero relajados, y una sonrisa que era en parte juguetona y en parte seductora. Estaba en una alianza insegura conmigo mismo, intentando ignorar lo que había empezado a encontrar irresistible.
A las nueve en punto Dorothea terminó su tarde y cerró con llave al salir. Como adiós, encendí y apagué las luces del porche dos veces; debieron de penetrar en la niebla, porque ella respondió con un bocinazo. Estaba solo.
Hice inventario de los sentimientos en mi interior. No tenía hambre. No estaba cansado. Ni siquiera estaba tan solo. Pero sí estaba un poco nervioso por mis deberes de Biología. Le había dicho a Yoochun que no iba a llamar, y seis horas atrás lo decía en serio. Todo en lo que podía pensar ahora era que no quería suspender. La Biología era mi asignatura más dura. Mi nota vacilaba problemáticamente entre un sobresaliente y un notable. En mi mente, ésa era la diferencia entre una beca parcial y una completa en mi futuro.
Fui a la cocina y descolgué el teléfono. Miré lo que quedaba de los siete dígitos todavía tatuados en mi mano. Secretamente, esperaba que Yoochun no respondiera a mi llamada. Si no estaba disponible o cooperador con los trabajos, eran pruebas que podía usar en su contra para convencer al Entrenador para que deshiciera la asignación de asientos.
Sintiéndome con esperanzas, tecleé su número.
Yoochun respondió al tercer toque.
- ¿Qué pasa?
En un tono práctico dije:
- Estoy llamando para ver si podemos vernos esta noche. Sé que dijiste que estabas ocupado, pero...
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Hush Hush (versión YooMin)
Science FictionHaré una adaptación de este libro llamado "Hush Hush" como protagonistas, ChangMin de TVXQ y Yoochun de JYJ. Todos los derechos a la autora.