Camerino! (BTS, Jin Y Tu, +18)

A escondidas.

Ante la inminente realidad de alguien nos descubriría en esta situación tomamos rápidamente las prendas que nos habíamos quitado y corrimos para escondernos en el baño.

Apenas cerramos la puerta escuchamos que alguien entró, los dos estábamos pegados a la puerta para escuchar y yo rezaba fervientemente para que se fueran lo mas rápido posible.

Se lograba distinguir dos voces diferentes, se preguntaban entre sí acerca de donde estaría un tal Jin. Mientras lo miraba de forma interrogante acerca de si conocía a la persona que buscaban, alguien llamo a la puerta, lo cual casi hizo que dejará salir un grito que afortunadamente fue retenido por la mano de él sobre mi boca para mantenerme en silencio.

-Jin estas allí? (pregunto una voz bastante ronca)

-Si Rapmonie. (contesto él, al instante lo mire con cara de angustia al saber que era él a quien buscaban)

-debemos comenzar en 20min ¿por qué aun no estas listo?

-Estaré listo en unos minutos hobbie acaso crees que la perfección es fácil de lograr (respondió Jin de forma arrogante)

A lo que ellos rieron y se retiraron

-Esta bien Pink Princess pero no tardes. (dijo uno de ellos mientras se oyó la puerta cerrarse)

Nos miramos fijamente y con una risa burlona le pregunte

-Es en serio? Pink Princess?

-Si pero por hoy me convertiré en tu Príncipe Azul.

Empece a reír mientras tomaba mi ropa para ponérmela, dándole la espalda con el fin de que no me viera ya que mi torso solo estaba cubierto por mi brasier.

Jin me detuvo de inmediato recostándome contra el espejo que cubría toda la pared, corrió mi cabello hacía un costado y empezó a besar mi cuello, la sensación era tan intensa que sentí que mis piernas se debilitaron obligándome a posar mis manos sobre el espejo para no caer.

Mientras bajaba en un camino de besos hacía mi hombro desabrochó mi brasier y bajando las tiras delicadamente dejo al descubierto mi pecho, acto seguido subió mi falda hasta la cintura y tiro hacía abajo mi ropa interior dejándola a la altura de los tobillos, desabotonando su pantalón y dejando salir su erección aún con ellos puestos.

Acunó uno de mis senos en su mano, posicionando la otra en mi entrepierna masajeando mi clítoris con movimientos circulares.

La sensación que provocaba hizo que involuntariamente me inclinara un poco hacía adelante, quedado en una posición que le daba fácil acceso, se tardo un poco, así que luego me fije al mirar en el reflejo del espejo que se colocaba el condón con mucha rapidez, al ver el envoltorio en el piso pude notar que resaltaban las letras XL que estaban escritas en el, apenas pude alcanzar a tragar grueso, ya que el había colocado la punta de su miembro en mi entrada y rapidamente afirmandose de mi hombro y mi cadera me haló suavemente hacía el para penetrarme, fue una sensación exquisita, el hecho de que entrara en mi poco a poco incremento al 100% el placer, lo que hizo que dejará salir un gemido, lo cual al parecer hizo aumentar su excitación porque sus embestidas se hicieron cada vez mas rápidas.

El placer invadía mi cuerpo y debilitaba mis piernas, por lo que apoye mi cara sobre el espejo en el cual estaba disfrutando ver la cara de Jin llena de lujuria, era evidente que al igual que yo estaba disfrutando al máximo el momento.

Enseguida mi aliento empezó a empañar el espejo por lo que ya no podía verlo, así que cerré mis ojos y me concentre en sentir cada centímetro del él entrar y salir de mí.

Sentí que el placer empezaba a apoderarse de mí, era evidente que tendría un orgasmo, apuñe mis manos para tratar de contenerlo pero el sentir sus movimientos al entrar y salir de mi eran un estimulo mucho más fuerte, entonces empecé a sentir un cosquilleo subir por mis piernas hasta mi pelvis y con un leve grito de placer solo me rendí ante el éxtasis del orgasmo.

Mis piernas se debilitaron y casi no podía sostenerme, entonces jin me tomo de la cintura y mientras besaba mi cuello desde atrás me susurró

-Ésto aún no acaba... (hablando con el tono mas seductor que había escuchado en mi vida)

Enseguida me giro dejándome de frente a el y apoyándo mi espalda contra el espejo.

El calor de su cuerpo pegado a mi mientras nos uníamos en un profundo beso y el frío del espejo tras de mi me daban una sensación muy placentera y empecé a sentir sed de más.

El me tomo de una de mis piernas y me hizo rodear su cadera con ella dándole libre entrada.

Con una fuerte embestida volvió a penetrarme... supongo que por el orgasmo mis sensaciones se habían intensificado, porque el placer que invadía mi ser era indescriptible, sus penetraciones llegaban hasta lo mas profundo de mi ser y la combinación de sus movimientos mientras mordisqueaba levemente uno de mis pezones me brindaban el mayor placer que había sentido jamás.

Arquee mi espalda, cerré mis ojos e incline mi cabeza ligeramente hacía atrás dejando expuesto mi cuello, lo que el aprovecho para dejar caer varios besos.

Estaba tan concentrada que cuando tome conciencia del acto mis ambas piernas rodeaban sus caderas, el tenia el control de los movimientos y por lo rápidos que eran y los gemidos que dejaba escuchar supe que ya estaba cerca de llegar al clímax, al entrar y salir de mi su pelvis le daba ligeros roces a mi clítoris haciendo que yo también me acercara al orgasmo.

sostenida de sus anchos y fornidos hombros, me incline hacía su boca para fundirnos en un beso apasionado y no pude evitar encajar mis uñas en su piel para contener un poco la inminente llegada del máximo placer.

Mientras nos besábamos, me afirme a el rodeando con mi brazo su cuello y con la mano que me quedó libre subí por su cabello desde la nuca dejando colar unos mechones entre mis dedos, para luego tirar suavemente de ellos. Esto hizo qué empezaramos a gemir en los labios del otro sin dejar de besarnos.

Ya yo no podía resistir más, así que halé su cabello un poco mas fuerte y el hizo movimientos mas profundos, después de algunas rápidas embestidas dejo salir un gemido ronco al mismo tiempo que un fuerte suspiro salio de mi.
Apoyó una de sus manos sobre el espejo en el que supongo que disfruto de todo el espectáculo, juntamos nuestras frentes y miramos cada uno la satisfacción en la cara del otro, al tiempo que intentábamos recobrar el aliento.