A una distancia de treinta centímetros el cuervo abre ferozmente su pico
para empezar su juego distorsionado. Se veía venir, ya era una muerte
inevitable (eso creían todos, menos un tonto pájaro que estaba dispuesto a
todo con tal de proteger a alguien). Llegó hacía el cuervo que estaba a punto
de ensartar su poderoso pico en una pequeña flor violeta y una creatura
nunca antes vista ante sus ojos. El ave estiró sus patas y las llevó a uno de los
ojos del cuervo desquiciado dejando una gran raya Dejando al cuervo ciego
en un ojo. Cayeron a un costado de Violet, revolcándose cada uno en una
danza la cual causaba mucho daño; se veían plumas salir en todas direcciones
por la brusquedad de sus movimientos. El polvo que allí se levantaba estaba
dejando ver muy poco de lo que allí sucedía. El árbol sentía mucha
impotencia por no poder hacer nada. Siempre estático y con una que otra
rama mal ubicada; su vida se basaba en siempre estar presente para ver y
escuchar lo que pasaba a su alrededor, nunca podía hacer más, los demás
animales (en su mayoría diminutos) estaban asombrados y aterrados por la
riña que allí se estaba formando. ¿Cómo carajos esperaba un ave
cualesquiera poder vencer un cuervo que tenía el triple de su tamaño? Había
que estar muy loco para no darse cuenta que eso era poco cuerdo El polvo
se fue apoderando del lugar donde estas dos aves se enfrentaban, se
concentró en ellos dando poca visibilidad para los que estaban alrededor.
Violet no sabía que estaba pasando, no lo asimilaba; todo estaba siendo tan
confuso. Tampoco podría hacer mucho ante la disputa que frente a ella
estaba sucediendo. Una pluma de color negro de tamaño mediano llegó
flotando hasta Violet. Tenía una mancha de color rojo carmesí, con un fuerte
olor a hierro y dolor. Podía ser de cualquiera de los dos, el tamaño y el color
de la pluma coincidía con los dos. ¡Esperen! Algo estaba cambiando, el polvo
se estaba esparciendo y aquellas siluetas oscuras se estaban empezando a
notar con más claridad. El cuervo estaba firme, con las alas muy extendidas
que tapaban al otro. En una parte se pudo ver como la pequeña ave caía
lánguidamente rodeada de gotas de sangre. El pico del ave tenía plumas No
había necesidad de preguntarse de quién eran aquellas que estaban
adornándole la cima.
Muerte No se podía esperar más; un tonto pájaro que se fijó en algo que
nunca debió fijarse, un tonto pájaro que no pudo evitar el querer proteger a
alguien. Que, aunque ella no lo supiera le había dado un sentido a su vida, un
tonto porque Porque era consciente de lo tonto que era.
El cuervo se dio vuelta, miró con odio a la hermosa creatura y se orientó en
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"La pequeña gran historia del ave y la mariposa."
FantasyTan pequeña cree la humanidad que puede llegar a ser algo, cuando en realidad puede ser todo lo opuesto. ¿Crees tener intacta la capacidad de asombro?