Epílogo

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Entonces comprendí.

Aveces una persona quiere vivir una pequeña aventura llena de grandes momentos, junto a otra que quiere vivir una gran aventura llena de pequeños momentos.

Y es ahí cuando comienza el problema.

Pero el problema no es lo que vivimos; no es la puesta de sol, no son los libros ni muchos menos los colores.

El problema somos nosotros.

El problema soy yo.

El problema soy yo por creer que un simple par de colores podrá eliminar el color gris de mi vida.

Y el problema eres tú.

El problema eres tu por no notar que los pequeños momentos -sí esos de poca marca en el tiempo pero de gran huella en el corazón-, son los que hacen a una gran aventura, a una gran historia.

¿Sabes? Apesar de que perdimos nuestro tiempo, no perdimos del todo, pues cada quién se lleva un pedacito del otro.

Como por ejemplo que tu te quedas con mi inocencia al entregarme completamente a ti, y yo me voy con la inteligencia de no cometer el mismo error.

De no volver a ser arte sin letras cuando yo soy para las letras que hacen al arte.

Arte sin letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora