Drabbles Sesshome |Terminado|

08: Cachorro

Caminaba absorta de lo que le rodeaba, su mente estaba ocupada pensando en cierto demonio.

Tiene un tiempo desde que ambos estaban juntos, aunque parezca imposible de creer, ella había dejado de amar a Inuyasha y se había enamorado del medio hermano del mismo. Y en esos momentos se dirigía a él.

A cada paso que daba sentía su energía cada vez mas fuerte, esta la acariciaba mandando corrientes a su cuerpo, haciendo que aquella marca que tenia en su hombro cosquillara. Estaba en celo.

Llegó al lugar y ahí estaba su querido demonio.

— tardaste — le reclamaba, ella se sonrojo y bajó la mirada mientras jugaba con sus dedos.

— me costó safarme de Inu..... — el nombre quedó a medias al sentir la molestia del ojidorado.

Él se acercó hacia ella y retiró su cabello descubriendo aquella marca, esa que adornaba la blanca piel de la miko, la cual tenia la forma de media luna, idéntica a la de su frente.

— dejame olerte. — ordenó

Ella sin rechistar retiró la barrera liberando su verdadero aroma, el cual estaba demasiado mezclado con el del demonio frente a ella. En eso, como si le hubieran lanzado agua fría, a su fino olfato le llegó un aroma, con lentitud bajó su mano derecha, arrastrando sus garras desde el cuello, su pecho hasta llegar al plano vientre, aunque podía jugar que sintió una pequeña curva. Ella estaba atenta a sus movimientos. Dejó de mano en su vientre y cerro los ojos poniendo alerta sus demás sentidos y lo oyó y sintió.

Sintió una energía poderosa ser emitida desde el vientre de su mujer. Era una mezcla de Youki y Reiki. Estas estaban en armonía absolutas, era una energía que le erizaba los bellos y a la vez lo llenaba de paz.

Absurdo ~ pensó

También escuchó el pequeño latir de un corazón. El característico; bum bum, retumbó en sus oídos.

Ella no entendía que pasaba y con su propio poder trató de averiguarlo, al saber la causa de las acciones de su demonio, abrió los ojos y llevó sus manos a su vientre, colocándolas sobre la del platinado. Sus ojos se llenaron de lágrimas, las cuales derramaba en silencio.

A su olfato le llegó el aroma a sal, pero con un tono dulzón. Eran lágrimas de felicidad.

Su bestia sonrió ante la reacción de su miko, la amaba, la quería, la adoraba.

— Tendremos......— habló entre hipos, pero con una sonrisa. — un bebé.

Colocó sus manos en las sonrojadas y mojadas mejillas de su amada y la miró a los ojos, dorado vs azul. Transmitiendo un sinfín de sentimientos. Pero uno resaltaba; amor.

— un cachorro. — corrigió. — nuestro heredero. — sus fríos ojos brillaban, transmitiendo su amor. — el heredero del oeste. — acercaba su rostro al de su compañera. — nuestro pequeño. — fue un susurro, pero lo suficiente alto para que ella lo oyera. — Kagome. — y la besó.

— Sesshomaru — susurró ella entre el beso. Aquella muestra de afectó que él le daba.

¿Como quedó?

No iba a ser así, pero conforme escribía así quedó.

Espero sus comentarios.