Capítulo 09: Solos

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DAVID

No sabría cómo describir las sensaciones de las que era víctima, todas se encontraban tan ligadas y revueltas que era imposible saber en que estado de ánimo me encontraba. Ira, rencor y odio por un lado, y por otro, desconcierto, agradecimiento y ¿Cariño? Por Fabián. Últimamente las sensaciones que sentía a su lado eran un tanto fuera de lo común, comenzaba provocarme sentimientos nuevos, hacia él.

En un principio quise alejarme. Ya estaba harto del amor y de todo lo que tuviese que ver con cariño y afecto. Sin embargo de una manera progresiva Fabián había conseguido hacerme saber que en verdad sentía algo por mí. No sabía si era verdad, pero cada vez que me lo confesaba me convencía más.

Él tenía razón, debía dejarme querer. Quizás el cariño lograría borrar todo ese resentimiento y dolor que estaba calados en lo más profundo de mí. Tal vez con sus atenciones lograría sanar. Además, tampoco estaría detrás de alguien a quien le importaba en lo más mínimo, de nada me serviría amar a un ser que jamás tuvo un sentimiento benévolo hacia mí.

Novios... ¿Novios? ¡Novios! No se escuchaba tan mal después de todo.

-¡¿Son novios?!- casi grito con sus palabras.

-¡Baja la voz! Te van a oír-.

-Perdón pero no me lo creo... ¿cómo paso? Tú lo odiabas ¿Cómo de la noche a la mañana te termino gustando?- seguía con su asombro.

-No lo odiaba, me caía mal que es otra cosa. Pero luego de la noche en la cabaña me di cuenta podía ser verdad sintiese algo por mí... y hoy cuando me pidió que fuese su novio vi tan sincera su mirada que... me afecto, me inspiro confianza y por primera vez pensé que quizás deba darme una oportunidad con Fabián, deba dejarme llevar y dejar de lado todas mis barreras-.

-Me alegro... Ojala seas feliz con el- pauso- Ahora entrando en un tema más profundo, tienes que contarme que paso entre ustedes dos en la cabaña, ayer me dejaste en ascuas cuando te vino a buscar tu papa-.

-Bueno pasaron cosas...- pause- la tarde en que llegamos, solo estuvimos hablando. Me conto acerca de él, de la pésima relación con su padre y muchas cosas, y a pesar que quiso averiguar porque me sentía tan mal, no fui capaz de contárselo, pienso que fue lo mejor - la mire esperando algún comentario.

-Hiciste bien, ¿pero eso es todo?-.

Ante tanta curiosidad de su parte le relate el resto de la historia. Claro, con algunas interrupciones por sus bromas tan comunes, pero pude contarle todo.

-No puedo creer que aun te sigan dado miedo los rayos- comento con una leve risa.

-Sí, aún les tengo un poco de miedo y no te rías... tú eres igual que yo-.

-Sí, pero la gran diferencia conmigo es que yo se controlarme, en cambio tú no- esbozo una sonrisa burlona- ¿Y cómo te fue con tus padres? ¿Qué les dijiste?-

-Nada, solo me quede callado. Y creo que eso contribuyo a que mi castigo fuera más severo-.

-¿Es en serio? ¿No lograron hacerte hablar?-.

-Lo intentaron pero no obtuvieron nada. Además no tenía ninguna historia coherente que inventarles, así que preferí callar antes que nada-.

-Me imagino que tu papa debió haber estado furioso-.

-Furioso es poco, estaba como un energúmeno, casi me pega. Si no fue porque mi mamá intento calmarlo hoy estaría llegando con un ojo morado...- sonó el celular de Rebeca, espere a que leyera el mansaje.

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