Capítulo 6.

2K 49 2
                                    

Caminé por la fría calle, no sintiéndome muy bien en el camino para el trabajo. Hacía frio y nevaba, como siempre, pero algo más en la atmósfera causó que me sintiera un poco deprimida y cansada. A lo mejor era uno de esos días.

A pesar de mi pésimo humor, sonreí cuando recordé el paseo a casa con James. Era todo un caballero, y era muy gracioso en su propia forma cuqui. Estaba empezando a gustarme más y más cada minuto que estaba con él.

No era nada como Harry. Eran completamente opuestos, en realidad. James era humilde y dulce, y Harry era orgulloso y mal educado. James era bien definido y trabajaba duro, y Harry probablemente no le podía importar menos.Y mientras con cada segundo me gustaba más y más James, mi odio hacia Harry crecía por cada segundo también. Era como si mi cariño hacia James estaba siendo contrarrestado con mi odio hacia Harry.

En el pensamiento del psicópata, una angustia de un sentimiento anónimo se apoderó de mí. Sea lo que sea, no me gustaba. A lo mejor era culpa o odio, no lo sé. Solo pensar de él me da dolor de cabeza.

Sacudí mi cabeza, tratando de quitar de mi mente la imagen de sus rizos desordenados y labios rojos. No iba a gastar mi tiempo pensando en él más.

Mientras me acercaba más al feo edificio de Wickendale, me dí cuenta que un bonito coche aparcó junto a los escalones de piedra. Cómo me gustaría tener un coche. Estoy ahorrando y debería conseguir uno pronto, lo cual aliviaría la molestia de tener que caminar en el terrible clima todos los días.

La puerta estaba abierta y una mujer bien-vestida salió, arropada en un abrigo beige abotonado hasta abajo y con bonitos zapatos. Su cabello hasta los hombros era caztaño mientras que su cara le hacía parecer de unos treinta años.

Me preguntaba que hacía una mujer como ella en un sitio como este mientras subía los escalones de guijarro. Era entonces que me dí cuenta de que tenía en se mano una gran cámara. Era una reportera.

No sabía por qué, pero sentí una ola de molestia por ella estando aquí. Sé que solo hacía su trabajo pero la mayoría de reporteros eran muy fisgones y tenían una actitud de superioridad, por lo que en general no me caían muy bien.

Entre en el edificio unos pies detrás de ella, bienvenida, felizmente, por el aire caliente del edificio. Me dirigí hacia la oficina de enfermeras pero atrasada por la escena que estaba sucediendo ante mí. La reporterafue detenida por una Ms. Hellamn sin expresión, quien parecía infeliz como siempre. Parecía como si ella y la reportera sin nombre estaban en algún tipo de dicusión, pero no podía descifrarsus palabras por el sonido de gritos locos del pasillo. Y después, con una mirada enojada y unas palbras más de Ms. Hellman, la reportera salió del edificio. De qué demonios iba todo eso?

Solo ignoré el pensamiento, imaginando que preguntar a Ms. Hellman no sería tan buena idea. Entonces decidí dirigirme hacia la oficina cuando me dí cuenta de una ficgura bronceada y curvada caminando en mi dirección. "Kelsey!" exclamé.

"Hey Rose! Dónde has estado?"

"Trabajando," respondí con una encogida de hombros.

"Bueno, nos deben tener muy ocupadas porque no te he visto hace siglos."

"Unos días, pero sí." me reí. Con Kelsey estando ocupada con su trabajo de psicóloga en el ala de asesoramiento y yo estando en el lado opuesto supervisando la salud física de los pacientes, no la veía en el trabajo tanto como me gustaría. Pero esta semana la proximidad entre nosotras era mayor que lo normal, y casi no la había visto.

Miré al reloj hacia la parte de atrás del pasillo, preguntandome si tenía tiempo para charlar. Había venido temprano o sea que podía gastarme algunos minutos.

Psychotic (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora