Capitulo 10

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Al día siguiente, me levanté y desayuné viendo la tele, me duché y me vestí, luego fui a la peluquería para arreglarme el pelo por que ese día tenía una cena con mi família.

Cada vez que entraba en la cocina y veía el vaso del Starbucks me acordaba de Rubius... Quizás no había significado nada para él, pero para mí si. Estuve dudando durante un rato pero finalmente me decidí a coger el móvil para enviarle un whats, no hablábamos desde hacía unos días, no quería parecer pesada, pero yo si le echaba de menos. Abrí su chat y le puse hola, esperé un buen rato su respuesta pero no apareció... Lo mejor sería olvidarse, seguro que él tenía mejores cosas que hacer.

Me puse frente al espejo y empezé a mirarme de arriba a bajo, el pelo me había quedado genial, ¿pero que iba a ponerme para la cena? A pesar de que a diario no me gustaba vestir como una muñequita, en las ocasiones especiales me gustaba lucirme un poco.

Así que salí de casa decidida a comprarme un vestido y unos tacones para impresionar a mi familia en la cena. Y después de dar muchas vueltas los encontré: un vestido palabra de honor hasta las rodillas y unos tacones altos, las dos cosas de color granate (puedes encontrar el conjunto en el margen derecho en el vínculo externo). Cuando llegué a casa orgullosa de mi compra, me preparé algo rápido para comer. De pronto me pareció oír un whats, miré el móvil creyendo que podía ser Ruben, pero me equivocaba, era un mensaje de publicidad...

Llevaba todo el día sin pensar en ello, seguro que él ya me había olvidado... Después de comer me tumbé en el sofá con el ordenador, entré en Youtube y vi que Rubius había colgado nuevo vídeo, eso no me ayudaba a olvidarlo. Cerré el ordenador, lo dejé en la mesa y me volví a tumbar, necesitaba dejar la mente en blanco...

Abrí los ojos, miré el reloj, eran las 6, llevaba una hora dormida. Debía empezar a prepararme, me fuí a duchar, pero en una gran bañera de espuma...  Al salir me vestí, me maquillé, y mi móvil volvió a sonar. Esta vez no quise acercarme, las pocas esperanzas que tení las había perdido en la anterior "falsa alarma".

Al acabar de ponerme las pulseras, los pendientes y calzarme los tacones me miré otra vez al espejo y me dije a mi misma:

- ¡Te ves fantástica!- y añadí una gran sonrisa.

Cojí el móvil para ponerlo en mi bolso y vi que tenía 5 mensajes de Rubius. En ellos ae escusaba de no haberme respondido antes, me decía que le sabía mal, que no tenía batería.   ¿sería verdad todo lo que me había dicho? ¿porque sino se iba a inventar todo esto? De pronto me entró una llamada

*COMBERSACIÓN TELEFÓNICA*

Rubius: ____ siento no haberte respondido antes, perdóname. ¿aún estas enfadada?

Yo: ¿enfadada, yo?

Rubius: Es que como no respondías...

Yo: Rubén, no me he enfadado, no te respondía porque me estaba arreglando para una cena.

Rubius: Uff... ok, es que no tenía batería. Perdóname

Yo: Claro que te perdono. Bueno ahora te dejo que tengo que irme, luego te abro.

Rubius: Vale. Hasta luego.

Que mono era, se había molestado en llamarme. Después de responderle, salí de casa para ir a la calle en dirección al restaurante donde íbamos a cenar. Estaba cerca de mi casa y podía ir andando.

RUBIUS P.O.V.

Al colgar el teléfono me quedé un rato pensando en si había hecho bien en llamarla, no quería parecer un desesperado, solo era una chica ¿no? Estaba hecho un lío...

FINAL P.O.V

Al llegar a la fiesta todos se me quedaron mirando de pronto aparecieron mis primas Aris y Amaya, eran hermanas. Las dos lucían flequillo y una hermosa me melena castaña. Siempre había estado allí cuando las había necesitado. Eran como hermanas para mi.

- Tía, ¡Estas preciosa! ¿que te has hecho en el pelo.-me preguntó Aris.

- Vosotras también estáis genial, hoy he ido a la pelu pero no me han hecho nada especial.-respondí.

- Me encanta tu vestido, ¿me lo dejaras algún día?.- me susurró Amaya guiñandome un ojo. 

-Claro jajaja seguro que ligas mucho.

Después de hablar con ellas pasé a saludar al resto de la família, hacía tiempo que no veía a algunos. Estuvimos hablando, bebiendo, cantando y recordando viejos tiempos toda la noche. Amaya era dos años más pequeña que Aris, esta última tenía mi edad. A pesar de llevarme bien con las dos podríamos decir que tenía más afinidad con Aris, nuestros gustos eran muy parecidos. Las dos salimos fuera y Amaya se quedó con los más peques de la família.

- ¿Bueno que tal todo por Madrid, has ligado mucho? jajajaja

- No jajajaja pero me lo pase genial, enserio.

- ¿por? ¿que paso en Madrid que no me has contado?

Le estuve contando mi experiéncia en Madrid y desde el seguno uno Aris se quedó con la boca abierta, era una gran fan de Rubius. No podía creerse nada de lo que le contaba.

- ¿vas a cerrar la boca o se te quedará así de por vida?- dije en tono burlón.

- Tía es que enserio, no tengo palabras ¡eres una suertuda!

- Si pero no ha sido nada más que unos días de felicidad, lo que pasó en Madrid se queda en Madrid, ya no volverá a ocurrir nada más Aris.

- Quien sabe cielo... Quizás el destino tiene un as debajo de la manga...

Después de estar un rato fuera volvimos dentro y me despedí de todos, había bebido un poco y estaba cansada, además de que a parte de mis padres y mis primas no había muchos más familiares con los que me relacionara mucho. Volví para casa, eran las 2'45, subí las escaleras hasta mi piso con los tacones en la mano, me quieté el vestido y me puse el pijama. Me tumbé en el sofá dispuesta a hablar con Rubius por whats pero no podía con mi cuerpo y caí dormida.

Criaturitas gracias por hacer que esto llegue a las 1.8k sois enormes. ¿alguna craiturita mira los conjuntos de ropa de cada capitulo? Decídmelo en los comentarios. :3

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Welcome into my paradise. [Rubius y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora