Eran las seis de la tarde, yo llevaba esto (Foto multimedia)
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Estaba en un río cerca de Segovia con Ricardo sentados en la arena.
Ricardo: Siempre llevas el pelo recogido?
Yo: Sí.
Ricardo Porque?
Yo: Porque me da vergüenza llevar el pelo suelto, solo lo llevo en las ocasiones especiales, en bodas, bautizo.
Ricardo: Quítate el coletero anda.
Yo: No. Y puse mi cara entre mis rodillas. Y sentí que Ricardo me había quitado el coletero.
Ricardo: Tienes el pelo muy bonito y largo, déjame verte.
Yo: No.
Ricardo: Venga, porfa. Y levanté la cabeza y le miré.
Ricardo: Estas guapísima.
Yo: Eso no es cierto.
Ricardo: Es la verdad. Y se levantó.
Yo: A donde vas?
Ricardo: A darme un baño. Y se quitó la camiseta.
Yo: Pero si el agua debe de estar fría. Y él fue hacia la orilla y cogió agua con las manos y me mojó.
Yo: Estas loco o que te pasa? Y él se rió, yo me levanté fui a coger agua pero él empezó a correr. Y no pude tirarle agua pero empecé a seguirlo. Al cabo de unos minutos corriendo yo paré de correr. Y él seguía corriendo y no se dio cuenta que yo estaba quieta mirando al horizonte y me tiró a la arena. Nos miramos fijamente a nuestros ojos, sentí su aliento en mi cara. Al cabo de unos instantes él se levantó y alzó su mano para ayudarme, yo accedí su ayuda y cogí su mano. Me cogió tan fuerte que me levantó y nuestros cuerpos se juntaron. Al cabo unos segundos nos separamos.
