Ojalá pero no.

95 2 1
                                    


Reescribía capítulos de mi biografía añadiendo tu nombre a mi lista de futuros imposibles. Aposté por ti. Quemé otras páginas e incluso dejé de escribir. Di todo de esta caja de música sorda que llaman corazón y a veces quiere latir por ti. Te regalé 5 capítulos de mi vida resumidos en 365 páginas cada uno y no me arrepiento. Pero ojalá fuera otra vez como antes y poder sentir que es posible seguir soñando con un mañana protagonizado por tu reencuentro.


Pero no lo soy. Y tú tampoco. El baile fue sustituido por un eco de vacío y las esperanzas junto con las expectativas del amor conmigo te las has llevado contigo. Has robado el polvo de estrellas que caía cada madrugada de mis bolsillos sobre tus abrigos. Te has quedado mi mejor arma entre tus labios clavándome tu adiós en el pecho como tres, cuatro o cinco cuchillos. Claro que duele, no lo sabes, pero (me) has calado muy hondo. No hay sangre en la herida que han dejado las huellas de tus caricias sobre mi espalda, cintura y hombros. Ahora las sábanas ya no son mías. Tampoco tuyas. Ahora solo son un lugar donde me escondo (de ti, de mí o de todos mis demonios). Me he prohibido abrir la ventana. Soñar con bailes de cama y versar(te) porque ya no puedo besarte por las mañanas. Me prohibí querer(te) a deshora y solo he conseguido pensarte más que nunca. Maldita poesía que explotaba en tus pupilas inundando ahora las mías. Malditos sentimientos que antes me calentaban y ahora me convierten en una chica paracaídas sorda y fría. Maldito invierno emocional. O malditos nosotros por dejar que esto acabara con un punto y coma disfrazado de punto y final. Ya no sé qué escribir. La pluma es torpe y no tiene una mano fuerte de soporte. Ya no vuelo y tú has dejado de ser mi pasaporte. Es triste que después de tanta altura perdimos el amor y un poco también el Norte. Ojalá las brújulas que te abrazan sin amor te hagan recordar que un día quien sanaba las heridas que cubrían tu coraza de chico paracaídas no eran sus manos. Solo yo. Ojalá nosotros. Ojalá pero no.

sexo y amor a partes iguales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora