Capítulo III; Las desgracias nunca vienen solas

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'Hanejima Yuuhei e Hijiribe Ruri -¿En una Cita Apasionada en la Medianoche?'.

Eso ponía en el título de la primera página de una revista.

La proprietaria de esa revista sé mantuvo un
rato mirando el rostro de la joven en la portada.
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¿Por qué me convertí en una asesina?
¿Por qué me convertí en un monstruo?
Me dan náuseas.
Cada vez que los mato me dan náuseas.
No... NO..NO!!
Esto no debería ser de esta forma.
Nadie debe quererme.
Me convertiré en un monstruo.
Un monstruo al que nadie pueda entender.
Entonces, no tendré que...
¡No, está mal!
¡¡Solo queda uno!!
Lo mataré.
¿"Lo"? ¿A quién?
Contéstenme
¿A quién? ¡¿Dónde?!
¡¡No-NO QUIERO!!
Mamá, ¿dónde estás?
Ayúdenme, por favor...
Ayúdenme.

Todos esos sentimientos que se habían mezclado en su corazón; los que se habían convertido en una masa oscura y viscoza eran ahora más transparentes que el agua pura.

También existía la posibilidad de que solamente se hubieran escondido al igual de rápido que las polillas que vuelan hasta la luz de un foco apenas este es prendido.

Mientras se abrazaba de la cintura de la motociclista negra su mirada estaba perdida en las líneas guía de la calle que pasaban rápidamente.

Pero, cuando quizo darse cuenta de el paisaje a su alrededor la moto ya había dejado de moverse.

Celty escribía felizmente en su PDA después de haber llevado a su cliente al apartamento sin ningún inconveniente de por medio.

[Fue un buen paseo]

La cliente asintió y le agradeció.

"¡M-muchísimas gracias...! y... acerca del pago... "

[No, por esta vez es gratis. Estoy algo feliz hoy. Difícilmente tengo la oportunidad de conocer a alguien como tú en esta ciudad.]

Su curiosidad la animó para preguntar:

¿Es cierto... que no eres humana... como dicen en la televisión...?

[Así es. ¿Quieres que te lo demuestre?]

Como si estuviera orgullosa del hecho de ser un monstruo, se quitó el casco.

Pasados los minutos Ruri ya se encontraba en la puerta de su apartamento

"Estoy devuelta..." - dijo de manera algo monótona, pero con cierto aire melancólico que la rodeaba por todo su ser.

Repentinamente un pequeño cuerpo se hizo presente delante suyo, su primera reacción fue darle un sutil abrazo, sin embargo terminó unicamente acaraciando su cabeza.

Se fijó en su cuello el cual estaba descubierto y cercano a este las puntas de su cabello el cual pasaba, por algunos milimetros, la altura de sus pequeñas orejas.

"Oh, tu cabello... ¿Puede ser que fuiste a la peluquería tú sola...?

"Nope, no lo recuerdo~"- contestó.

Claro que sí fué...
Pero, ¿cuánto tiempo estuve fuera?
¿Podría ser que no hayan sido solo unas horas?
Probablemente mi cuerpo se estaría estremeciendo de solo pensarlo, sin embargo no es así, supongo que eso se lo debo a la Jinete sin cabeza...
Debería decirle gracias nuevamente...

"Ru-chan, yo te he visto en la televisión."

Es algo curioso, pero esa fue la misma frase que me dijo el día en que nos conocimos.

Ella me salvó.
Aunque hay veces en las que siento que no fue del todo así.
Después de que me ayudará decidí que viniera a vivir conmigo, lo cual se cumplió.
Yo sé lo pedí y aún así...
No me sentía bien...
Se volvió algo demasiado tedioso.
Quiero vomitar.
El solo escucharla me irritaba.

DRRR! [Jan-Ken-¡Pon!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora