Uber Trip ➳ Justin Bieber

Epílogo.

❝NOS VOLVEMOS A VER CHICA UBER❞

APRIL BEECH

Hace una semana que había pasado mi encuentro con el famoso cantante Justin Bieber. Había sido algo nostálgico cuando vi desde la ventada de mi casa como el auto arrancaba y desaparecía entre la calles. Luego de eso mi madre me dio el sermón de la vida y me explico de cien maneras diferentes el porque era malo tener a mas de tres hombres dentro de tu casa. Al final le dije a mi madre que no se preocupara más, de que no volvería pasar, y era la verdad, ya que el encuentro con Justin no volvería a pasar nunca más, y yo no era una persona de muchas amigos.

Cuando llegue al garaje bufe al ver mi auto y recordar la vez en la que tuve a Justin Bieber limpiándolo, si le contara esto a la única amiga que tenia del colegio probablemente se reiría en mi cara. Entre al auto y abrí la aplicación de Uber lista para mi primer pasajero. Inmediatamente me marco a un hombre que se llamaba Simon Flores, quedaba a trece minutos de donde yo estaba. Acepte el viaje y empece mi recorrido hacia donde el mapa me indicaba.

En el momento en que llegué empecé a mirar por todas partes para ver donde estaba ese tal Simon. Me sobresalté al ver que alguien habría la puerta trasera rápidamente y entraba. Mire hacia atrás y me encontré con un chico morocho, llevaba un gorro y un polo que decía Purpose Tour, abrí los ojos al ver la cámara que tenía colgada en el cuello, era Alfredo.

— Buenos días— saludo sin nisiquiera mirarme ¿Se supone que debería hablarle? ¿Y si no se acordaba de mí? Probablemente eso pasaría.

— Buenos días... ¿Simon?— pregunté, normalmente eso era lo que hacían todos los conductores de Uber para verificar que su pasajero era el correcto.

Segundos después por fin subió la mirada y sentí que no podía respirar cuando abrió los ojos exageradamente.

— ¿April?— ¿Se había acordado de mi? Pues si lo había hecho y estaba sorprendida por eso. Trate de sonreír pero lo único que salió de mis labios fue una pequeña mueca.

— Hola— salude tratando de mostrar asombro en mi voz pero en cambio sonó una voz bastante nerviosa.

— Que gran sorpresa, no pensé volver a verte— me dijo con una gran sonrisa— por lo que veo sigues trabajando en Uber.

— Pues si, aunque la mitad de mi familia se oponga a ella— rodé lo ojos y mire a aplicación, iba al estadio, pulse comenzar recorrido y empecé a manejar.

— Como te ah ido— me preguntó, supongo que quería hacer platica para no aburrirse.

— Pues bien, mi vida es bastante simple en realidad— me encogí de hombros— todo los días es lo mismo, me levanto, desayuno, me pongo a trabajar hasta que se hace noche y de nuevo lo mismo.