"Besos que calman" One-Shot Victuuri [Yuri On Ice]

Parte única

Estaba nervioso, caminaba de un lado a otro con inquietud. Yuri miró nuevamente su atuendo y reprimió el impulso de sacárselo y abandonar la idea de patinar ese día. El Gran Prix había terminado y ahora le tocaba patinar con Víctor ¿Por qué de todo lo que podía hacer había elegido un dueto? No era que no quisiera, sin embargo en tan solo pensarlo su rostro enrojecía, su respiración se volvía irregular y su corazón latía como si corriera un maratón.

- Yuri- Lo llamó la persona que era culpable de su estado, haciendo que casi diera un salto al escucharlo.

Y allí ante él se encontraba Víctor, tan perfecto y hermoso como siempre. Este vestía un atuendo exactamente igual al suyo , tan sólo con la diferencia del color. Los ojos azules cual mar lo miraron con intensidad, provocando que el menor sintiera una corriente eléctrica pasar por su cuerpo.

-V-víctor ¿Qué haces aquí?- Preguntó mientras tartamudeaba un poco.

- Te estabas tardando e imaginé que habías entrado en una especie de crisis como ya pasó anteriormente- Dijo el ojiazul mientras le sonreía.

-Y-yo- No sabía qué decir, ya que fácilmente el peliplateado había sabido que le ocurría- Ya iba...- Comenzó a decir el pelinegro, pero fue interrumpido por el otro patinador.

-Yuri- Se acercó a él, invadiendo la privacidad del japonés, quién no tardó en retroceder al ver la cercanía del otro.

Sin embargo el intento de alejarse de Víctor fue inútil, el ruso no tardó en acortar la poca distancia que había quedado entre ambos. Y así sin pensarlo ni dos veces, el ojiazul capturó los labios de Yuri, quién se tensó por un momento, sin embargo no tardó en dejarse llevar y corresponderle. Al poco tiempo el beso se volvió más profundo y demandante, ninguno parecía querer apartarse del otro, sin embargo la falta de aire los obligó a hacerlo.

-V-victor ¿Por qué hicistes eso?- Preguntó mientras lo miraba con ojos brillosos.

-¿Por qué?- Lo miró sin entender mientras inclinaba un poco su cabeza- Te veías tan lindo nervioso y sonrojado que quise besarte.

- No es razón- Dijo completamente rojo y avergonzado.

-También quería que te calmaras y olvidaras por un momento de la gala, así que pensé que sería ideal besarte- Dijo el entrenador, cosa que le hizo recordar al japonés.

-¡La gala! Pronto va a comenzar y sigo aquí- Dijo el pelinegro entre preocupado y nervioso- Hay tantas personas esperando, tengo que apurarme.

-Yu-ri-Pronunció lentamente con cierta molestia.

-Víctor qué...- No pudo continuar su oración ya que nuevamente lo había besado.

- Todo va a salir bien-Dijo terminado el beso mientras lo miraba fijamente.

- V.víctor...-Por tercera vez fue callado por los labios del ruso.

-¿Mejor?- Preguntó el ojiazul algo sonrojado. Su mirada estaba cargada de cariño.

-Yo...- Se perdió en los ojos color cielo de su entrenador.

Y nuevamente el ruso lo besó, ambos continuaron de esa forma por un buen rato, adueñándose de los labios del otro una y otra vez mientras mantenían sus ojos cerrados, disfrutando las sensaciones que los invadían. Víctor abrazaba a Yuri mientras acariciaba su espalda. Por su parte el japonés tenías sus brazos alrededor del cuello del otro patinador, al mismo tiempo que enredaba sus dedos en el suave cabello del peliplateado.

Yuri no comprendía por completo por qué Víctor hacía eso, sin embargo no dudaba en seguirle el juego. Por otra parte el ruso no le gustaba que su katsudon estuviera tan inquieto, no quería que este se sintiera presionado, ni inseguro. Para él cada beso, cada roce de sus labios junto con pequeñas caricias era para calmarlo, era su forma de decirle que todo iba a estar bien, que se sentía orgulloso por todo lo que logró, que lo amaba y que siempre estaría a su lado. La temperatura aumentaba, al igual que la exigencia de ambos para estar más cerca, sentirse más, sacar sus lados Eros.

-Y-yuri- Dijo Víctor con la voz algo entrecortada mientras separaba sus labios del chico, cosa que no le gustó a éste- Me encantaría seguir, pero debes ya entrar a la pista de patinaje- Sonrió, si no lo dejaban ahí ninguno de los dos patinarían- Y claro que lo podemos dejar para después.

-S-sí- Se sonrojó y bajó su mirada avergonzado, se había dejado llevar y sentía que el corazón se le iba a salir del pecho por cómo le latía.

- Bien- Se separó del cerdito con una gran sonrisa en su rostro y lo empujó levemente, animándolo a salir del vestidor- Nos vemos después.

-Víctor- Volteó a verlo, para después abalanzarse sobre el peliplateado y besarlo- Gracias por calmarme- Dijo con ojos brillosos y rostro sonrojado.

Víctor sin poder articular ninguna palabra lo vio irse, Yuri nunca dejaba de sorprenderlo. Tocó sus labios, aún sintiendo el sabor de los del pelinegro y sonrió, cada ves amaba más a ese cerdito.

Fin

Espero que les haya gustado =) ¡Gracias por leer!