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-No Jos, no me dejes – suplique al borde de las lágrimas.

-Perdón, pero ya no puedo seguir así, sólo nos hacemos daño Alonso.

-No quiero que te vayas Jos- me acerqué a él y lo tomé entre mis brazos, no quería perderlo.

-Lo siento pequeño, pero ambos sabemos que lo tuyo sólo es obsesión – dijo mientras me separaba ligeramente de él- Perdón Alonso, pero es lo mejor

-¡¿CÓMO PUEDES DECIR ESO?! ¡Eres un egoísta, creer que sabes lo que los demás sienten y no es así!

-Bien, de acuerdo, si me amas tanto entonces dime porque te besaste con Franco – espeto el pelinegro entre sollozos- eres un hipócrita Villalpando, tú sólo quieres lo que no puedes tener, lo que estás perdiendo. Siempre ha sido así quieres más de lo que puedes tener, jamás sabrás lo que es mantener una relación con alguien porque sólo piensas en ti, porque no puedes estar con alguien sin querer besar a otro.

-Tú no tienes idea

-¡¿DE QUE?! No hay justificación para lo que haces, quería acabar con esto de la mejor forma posible pero tú no me lo permites, y si eso es lo que quieres bien, adelante Alonso, terminemos con esta farsa ahora... No quiero volver a verte, no quiero que me busques, olvídate de mí, de que existo, porque yo lo haré. A partir de este momento estas muerto para mi ¡MUERTO!

Dicho esto el ojimiel dio media vuelta y salió corriendo hacia su hogar, no quería ver a nadie, estaba destrozado. Había dado lo mejor por sacar a delante al ojiazul y él jamás lo apreció. Se enamoró de aquel chico de linda sonrisa, sin saber que no tenía salvación, que se hundiría en esa miseria que llamaba relación, y ahora no sabía qué hacer. Amaba a Alonso, pero lamentablemente no era correspondido, o al menos eso pensaba. Si tan sólo le diera una señal, si aquel chico de ojos azules le demostrara aunque sea un poco de afecto como al principio, tal vez podría reconsiderar seguir a su lado, darse otra oportunidad, pero eso jamás pasaría y debía admitirlo ahora antes de hacerse más daño.

Save me once again // J.V.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora